La donación al museo de historia local en Sagua la Grande,
provincia cubana de Villa Clara de documentos de Joaquín Albarrán,
realizada por Cristine Roger, su biznieta, inició en enero un
programa por el centenario del deceso del eminente médico cubano.
Raúl Villavicencio, historiador de la ciudad, dijo a la AIN que
los familiares de unos de los mejores urólogos de su tiempo,
trajeron desde Francia una copia de la historia clínica que recoge
su fallecimiento por difteria el 17 de enero de 1911, en París, y
una diapositiva caricaturesca del galeno.
Agregó que además se restaura en La Habana el libro Medicina
Operatoria de las Vías Urinarias, de 1909, ejemplar que se expondrá
junto a la toga y el birrete usados por el eminente hijo de esta
tierra cuando impartía clases en la Universidad de La Sorbona, de la
capital gala.
Villavicencio señaló que se prevé la reparación de la fachada y
las puertas de la casa donde vivió el insigne profesional, quien por
sus aportes, ocupó la vicepresidencia de la Asociación Francesa de
Urología y recibió la condición de Oficial de La Legión de Honor de
la nación europea.
La institución cultural mejora las condiciones de la sala
dedicada a Joaquín Albarrán, donde también se puede apreciar la
Medalla de Oro en Cirugía, conferida en París en 1888,
reconocimiento que no había sido entregado a ningún extranjero,
destacó.
Estas acciones forman parte del programa que se desarrolla en la
villa en homenaje al distinguido especialista de la medicina cubana,
aseveró.
La biografía "Joaquín Albarrán, genial artífice de la urología",
publicada por el Museo de las Ciencias Médicas Carlos J. Finlay, en
La Habana, 1963, recoge cómo con una corta edad se graduó de
bachiller en Cuba, a los 17 años de médico en Barcelona y con 19
recibió igual título en Francia.