Los Palacios.— La protección de la yaguasa criolla, ave endémica
del Caribe, existente hoy solo en pocas islas del área, valida la
labor de esta localidad en el cuidado de los humedales, ecosistemas
que abarcan unos 10 000 kilómetros cuadrados en el archipiélago
cubano.
El proyecto de educación ambiental a favor de esos ejemplares del
grupo de los llamados patos silbadores, en vigor hace algunos años
con la cooperación de la Universidad de La Habana, ha reducido su
cacería en lagos y arrozales de esta sureña demarcación de la
provincia de Pinar del Río, según informes del Ministerio de
Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).
Esas fuentes refieren a la depredación por cazadores furtivos, a
pesar de la veda, como una de las causas de la mengua de la yaguasa
criolla, de ahí la importancia de divulgar en centros educacionales
y de trabajo el estado de vulnerabilidad de ese ejemplar.
Añaden que también ha sido víctima de procesos de degradación de
su hábitat para desarrollar el turismo, fundamentalmente en otras
islas caribeñas.
La cancelación de un sello con la imagen del ave, da fe en el
museo de la localidad del programa conservacionista, inscrito en la
preservación de los humedales cubanos, entre los cuales resaltan por
su significación ecológica y económica la Ciénaga de Zapata, en
Matanzas; Lanier, en la Isla de la Juventud, y los existentes en el
sur de Pinar del Río.