El petróleo y el gas continuarán constituyendo la mayor parte de
las reservas de energía del mundo en los próximos 25 años, según el
informe 2011 Oil Gas Reality Check, publicado hoy.
Este es realizado por el grupo de Energía y Recurso Naturales de
Deloitte Global, que analiza las tendencias y problemas para este
año en la esfera.
En este sentido se mencionan el futuro de la perforación en aguas
profundas, quienes y donde se van a desarrollar las fuentes de
energía alternativa, así como la creciente influencia de Asia en la
industria.
El documento se elabora a partir de entrevistas en profundidad
con clientes, analistas de la industria de energía y profesionales
capacitados en el área de las firmas miembro de Deloitte.
Pese al progreso significativo en el desarrollo de fuentes de
energía renovable y alternativa, así como también de las asombrosas
pérdidas económicas provocadas por el derrame de petróleo del
Deepwater Horinzon, la perforación en aguas profundas continúa.
Sin embargo, los productores de crudo y de gas reexaminan hoy sus
políticas de seguridad, se comenta además en el informe.
De acuerdo con el texto, ese combustible es visto como un
indicador global de la recuperación y, mientras los índices
económicos en los últimos tiempos estuvieron en baja, los precios
del hidrocarburo siguen una tendencia de alza.
Adi Karev, líder de Petróleo y Gas de Deloitte Touche Tohmatsu
Limited (DTTL), sostiene que a medida que el petróleo sea factor
importante de la reanimación económica, las empresas necesitarán
mirar más allá de soluciones a corto plazo.
Las firmas del sector tendrán que enfocarse en desarrollar
prácticas sustentables que puedan estimular el crecimiento a largo
plazo, agrego.
El Oil Gas Reality Check es considerado útil para estimar el
curso de la industria durante el próximo año y ayudar a los
ejecutivos a replantear estrategias.
Entre algunas de las conclusiones, se mencionan, además, que las
compañías de crudo y gas prosiguen inversiones en el Mar del Norte,
sin indicios hasta la fecha de desaceleración del interés por esa
área.
Asimismo, Asia se convirtió en un semillero de actividad gasífera
y petrolera, y las empresas petroleras de esa zona adoptaron
tácticas cada vez más intensas en búsqueda de adquisiciones de
activos de exploración y producción.