La obesidad infantil aparece vinculada con los hábitos de salud,
no a la herencia, indica un estudio de la Universidad de Michigan,
Estados Unidos, divulgado en la revista American Heart Journal,
informa PL.
Para llegar a estas conclusiones, los especialistas revisaron
exámenes médicos de control de mil 300 alumnos de sexto grado, y así
observaron como los niños obesos son más propensos a consumir el
almuerzo escolar, en lugar de traer la merienda de la casa.
Asimismo determinaron que pasan dos horas por día mirando
televisión o entretenidos con juegos de video, y que son pocos los
que hacen ejercicio de manera regular, reciben clases de educación
física o participan en un equipo deportivo.
Si se incrementa la actividad física, se reduce el tiempo de
entretenimiento delante de una pantalla, y se mejora el valor
nutritivo de los almuerzos escolares, entonces se podrían revertir
las tendencias actuales de la obesidad infantil, destacó Kim A Eagle,
autor principal del trabajo.
La obesidad entre los niños estadounidenses de seis a 11 años de
edad, se incrementó del 6,5 por ciento en 1980, al 19,6 por ciento
en 2008.