Un helicóptero estadounidense fue derribado en las cercanías de
Jalalabad, capital de la provincia afgana de Nangarhar, según
reportes de última hora conocidos en Kabul.
La información señaló que un misil impactó en el aparato pero sin
ofrecer detalles sobre el número de bajas y que en el caso de
militares de Estados Unidos llegó a 26 entre enero y los tres
primeros días del presente mes, reporta Prensa Latina.
Fuentes de la insurgencia afgana añadieron en el sitio web de la
Agencia Kali Yuga que hubo ataques contra un puesto policial en
Kabul y en Shagín y Uruzgan, donde se anunció la muerte de un
soldado australiano.
Medios locales de prensa destacaron además, que al menos 11
militares de esa nacionalidad están envueltos en "serios incidentes
armados" sin especificar lugares determinados y número de muertos o
heridos.
De acuerdo con esas fuentes, en Khost murieron tres policías
afganos tras ataques de los insurgentes al tiempo que la Fuerza de
Asistencia para la Seguridad (ISAF) admitió la muerte de un militar
extranjero no identificado.
El reciente desplazamiento de al menos cinco mil soldados del
ejército afgano en la región norte del país y el silencio ante
continuas operaciones militares de las fuerzas de ocupación,
demuestra la agudización de la violencia en esta nación, añadieron.
Hasta el momento, las fuerzas bajo el mando de la Organización
del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) han recibido el refuerzo
de otros cuatro mil soldados estadounidenses asignados a los
llamados grupos especiales de combate.
De esta manera, el total de las tropas de ocupación rondan los
150 mil hombres, de los cuales dos tercios son de Estados Unidos
bajo el mando del general David Petraeus, quien reconoció el
incremento de la inseguridad en virtualmente todo Afganistán.