Dos semanas después de los atentados del 11 de septiembre del
2001, el entonces presidente estadounidense, George W. Bush, ya
tenía en mente invadir Iraq, afirmó su secretario de Defensa, Donald
Rumsfeld.
El diario The New York Times publica este jueves extractos de las
memorias de Rumsfeld, quien relata que poco después de esos ataques
el mandatario lo llamó a la Oficina Oval para una reunión a solas,
reporta Prensa Latina.
Durante el encuentro Bush me solicitó una revisión de los planes
de guerra contra Iraq, subraya.
En su libro, rechaza las críticas de varios comandantes
norteamericanos por enviar pocas tropas a Iraq al señalar que nunca
recibió un pedido oficial de más fuerzas durante la invasión en
2003.
Bush ordenó el ataque a esa nación del golfo Pérsico en marzo de
2003, luego de una campaña de meses en la que intentó vincular al
gobierno iraquí con Al Qaeda y acusarlo de desarrollar un programa
de armas nucleares.
Ambas denuncias resultaron ser falsas, pese a lo cual en
reiteradas ocasiones el entonces presidente estadounidense defendió
la guerra.
En sus memorias, Rumsfeld afirma que las técnicas de
interrogatorios a detenidos que aprobó eran menos extremas que las
usadas por la Agencia Central de Inteligencia.
Asimismo defiende la polémica política antiterrorista de Bush,
muy criticada tanto dentro como fuera del país.
Varias organizaciones como la Unión Estadounidense para las
Libertades Civiles presentaron demandas en las cortes contra el ex
secretario de Defensa por su participación en las torturas contra
detenidos.
Durante su gestión al frente del Pentágono, fue duramente
cuestionado también por los maltratos cometidos por militares
norteamericanos en la cárcel iraquí de Abu Ghraib.