La casa natal de José María Heredia, una reliquia de la época
colonial cubana por sus valores arquitectónicos y culturales,
recupera su esplendor a través de una restauración capital.
El inmueble, que data de finales del siglo XVIII, uno de los más
antiguos construidos en Santiago de Cuba, funciona como un museo y
preserva el legado autoral y patriótico del "Cantor del Niágara",
considerado el primer poeta romántico de América.
Ana Gloria Baralt, ejecutora de la Empresa de Restauración y
Conservación de Monumentos, explicó a la Agencia de Información
Nacional que las labores incluyen el mantenimiento de la
carpintería, la reparación de los pisos, y la recuperación de la
cubierta, sin afectar los valores originales.
También se beneficia el patio interior, uno de los mayores
atractivos de la vivienda de típico estilo criollo, con un brocal y
un tinajón en su centro.
Tatiana Arocha, especialista del Museo, explicó que una vez
reabierta la institución, en sus tres salas expositivas se podrá
acceder a un paseo por la época en que vivió la familia Heredia,
asentados en la que fuera una finca urbana en 1801, según estudios
historiográficos.
Asimismo se podrán apreciar pertenencias donadas por la prole del
conspirador contra la opresión del yugo colonialista español, una
colección de sus obras y traducciones y una muestra de retratos
realizados por pintores santiagueros, que reflejan su figura.
José María Heredia nació en la casa de la calle que hoy lleva su
nombre el 31 de diciembre de 1803 y murió en mayo 1839, en el
destierro, por sus ideas independentistas, añorando el regreso a la
tierra natal amada.
A finales del siglo XIX un grupo de patriotas creó la Asociación
Junta Heredia -de la que José Marti fuera contribuyente-, para
rescatar la vivienda y convertirla en un centro de promoción
cultural y difusor de sus ideas.