El avión que trasladaba a la congresista desde la base aérea de
Davis-Monthan llegó al aeropuerto de Houston hacia las 13:00 hora
local (19:00 GMT). Desde allí, fue llevada al Centro Médico Hermann-Texas
para someterse a un chequeo antes de ingresar en el centro de
rehabilitación TIRR Memorial Hermann.
El equipo médico que se encargará de su tratamiento indicó en una
rueda de prensa que el viaje fue bien, tranquilo y sin dificultad
para la paciente.
De camino al hospital, grupos de personas salieron a las calles
para aplaudir al paso de la ambulancia como muestra de solidaridad
con la congresista.
"Ella respondió muy bien a eso, sonriendo, y, de hecho, incluso
lloró un poco. Fue muy emotivo, muy especial", dijo el doctor
Randall Friese del Centro Médico de Arizona que acompañó a Giffords
en el viaje. "Creo que entendió el enorme apoyo de los ciudadanos",
dijo el médico, que aseguró que "la vamos a echar de menos mientras
esté aquí pero este es el sitio donde necesita estar".
Los médicos indicaron que tras la primera revisión de media hora,
Giffords ha respondido bien al sonido de un aplauso y aunque no hizo
ningún movimiento tiene buen tono en las piernas, lo que le
permitirá, si no caminar de inmediato, sí mantenerse en pie. "Tiene
un gran potencial de rehabilitación, nos va a mantener ocupados",
señaló otro de los médicos.
El doctor Dong Kim explicó que Giffords "se ve muy bien" es
consciente de lo que le rodea y en los próximos meses realizará
grandes progresos en su recuperación.
Giffords abandonó esta mañana el hospital de Tucson en una
ambulancia precedida por una hilera de motociclistas del cuerpo de
veteranos de guerra. Junto a ella viajaba su marido, el astronauta
Mark Kelly, su madre, dos miembros de su equipo en el Congreso y el
cirujano traumatólogo que la atendió en Tucson, Peter Rhee,
informaron los medios locales.