De la prensa extranjera

La desnutrición tiene rostro indígena en Perú

ÁNGEL PÁEZ

La desnutrición crónica afecta con intensidad y persistencia a los niños y niñas indígenas menores de cinco años que habitan en las regiones andinas de Perú, pese a que las autoridades locales de dichas zonas han recibido millonarios ingresos por canon (tributo) minero entre el 2006 y el 2010.

Como resultado de la desnutrición crónica, los infantes pueden presentar atraso en su maduración cerebral y desarrollo.

El 56% de los niños menores de cinco años de la región surandina de Huancavelica son indígenas y, de ese total, 43% sufre desnutrición crónica. La vecina región de Apurímac cuenta con 61% de niños indígenas, 29% de los cuales presenta el mismo problema, que deja secuelas físicas e intelectuales irreversibles.

Huancavelica y Apurímac obtuvieron pocos recursos de la contribución minera entre el 2006 y el 2010 —29,5 y 17 millones de dólares, respectivamente, según cifras del Ministerio de Economía y Finanzas—, lo que podría explicar los limitados avances.

Pero resulta incomprensible que en la región del Cuzco, que obtuvo 212,5 millones de dólares por concepto de tributación minera en el mismo periodo, los niveles de desnutrición crónica sigan siendo altos. El 45% de los niños menores de cinco años son indígenas, de los cuales 32% afronta desnutrición crónica, según UNICEF. Cuzco no es el único caso.

La región norandina de Ancash y la altiplánica de Puno consiguieron 1 281 y 238,6 millones de dólares, respectivamente, de acuerdo con el Ministerio de Economía. Pero el impacto de esos fondos en los niños indígenas ha sido escaso.

El 29% de los niños de Ancash son indígenas, de los cuales el 23% está aquejado por la desnutrición crónica (peso y talla inferiores a los normales para la edad). Y en Puno, 49% de los niños son indígenas y el 20% de ellos está sumido en la desnutrición.

El promedio nacional es 18%.

"Si nos fijamos en las regiones donde está concentrada el 25% de la niñez indígena, la tasa de desnutrición crónica que afecta a menores de cinco años está por encima del promedio nacional del 18%", explicó Lena Arias, asistente técnica de la UNICEF en Perú.

"Los niños indígenas rurales siguen siendo los más afectados", apuntó Arias, una de las investigadoras del informe Estado de la Niñez Indígena en el Perú del 2010.

En algunas semanas, UNICEF publicará un nuevo reporte sobre la situación de la infancia en Perú. Pero hay cuentas pendientes.

"Las brechas son importantes, especialmente en relación con lo que ocurre en poblaciones indígenas. Las brechas en este caso se han ampliado", dijo Mario Tavera, oficial de Salud de UNICEF en Lima y uno de los autores de ese informe.

"Han ocurrido progresos en la prevención de la desnutrición crónica, pero limitadamente. Todavía uno de cada siete niños menores de cinco años en Perú es desnutrido crónico. Sin embargo, en las comunidades indígenas, uno de cada dos niños es desnutrido crónico", dijo.

Consultado respecto a cómo se explica que regiones ricas, que se benefician con millonarios fondos del canon minero, no son capaces de reducir considerablemente los niveles de desnutrición crónica en niños indígenas, Tavera expresó que la cuestión no se reduce a si hay o no recursos, sino a otro problema de fondo: políticas públicas específicas.

"Los recursos económicos son una buena base para mejorar la situación social de la población, especialmente de los niños y niñas, pero la disponibilidad económica o la mejora de los ingresos no garantiza impacto en los indicadores sociales", sostuvo. (Fragmentos tomados de IPS)

 

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