Miles de personas se congregan hoy en el estado de Lara para reverenciar a la Divina Pastora, en la mayor festividad religiosa de los venezolanos.

De acuerdo con la tradición, los devotos acompañarán a la patrona de ese territorio en una procesión que cumple 155 años.

Para atender cualquier emergencia, las autoridades pusieron en marcha un dispositivo de protección y resguardo, informó Prensa Latina.

De acuerdo con el jefe del Comando Regional número cuatro, Coronel Valentino Valente, unas 30 ambulancias y más de 100 médicos y paramédicos están desplegados para atender cualquier tipo de emergencia.

En la procesión se esperan dos millones de peregrinos, quienes harán un recorrido de ocho kilómetros por las principales calles de Barquisimeto.

Desde varios puntos del territorio nacional llegan a la iglesia de Santa Rosa, en esa demarcación, con regalos como sombreros y trajes de telas preciosas, velas, entres otros.

La celebración religiosa se considera la mayor de Venezuela y la segunda de Latinoamérica, sólo superada por la de la Virgen de Guadalupe, en México

Sobre la tradición, cuentan que en el año 1736 el párroco de Santa Rosa encargó a un famoso escultor que le hiciera una estatua de la Inmaculada Concepción.

Por una desconocida equivocación, en lugar de la Inmaculada, llegó al pueblo la imagen de la Divina Pastora y aunque el prelado quiso devolverla, no pudieron levantar el cajón donde habían colocado la imagen.

A partir de entonces la población interpretó que la Divina Pastora quería quedarse entre ellos, creencia que se reforzó cuando ocurrió el terremoto de 1812 que destruyó el templo donde se veneraba, pero no a su imagen que quedó intacta.

Pero lo que sí selló la serie de acontecimientos que enriquecieron el imaginario popular fue una epidemia de cólera desatada en 1855, en Venezuela.

Cuando ya las familias de Barquisimeto no hallaron más remedio para el mal, los pobladores decidieron sacar en procesión por las calles la imagen de la Divina Pastora para implorar su misericordia.

La enfermedad fue cediendo, de manera natural, pero los pobladores de la región atribuyeron el milagro a la virgen.