Tres departamentos de Guatemala están hoy bajo alerta amarilla de
las autoridades, una condición preventiva ante la actividad
mantenida por el volcán de Fuego.
Sacatepéquez, Chimaltenango y Escuintla están pendientes de la
evolución durante los próximos días en ese coloso de tres mil 763
metros sobre el nivel del mar, cuyo territorio comparten en el
centrosur del país.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred)
y el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e
Hidrología (Insivumeh) realizan un constante monitoreo del
comportamiento del volcán.
Mediciones recientes del Insivumeh indican explosiones débiles y
moderadas, con expulsiones de ceniza gris fina de 500 a 800 metros
de altura.
Estas forman columnas de 15 kilómetros de longitud, las cuales
quedan en suspensión por varios minutos y luego se desplazan hacia
el flanco oeste del edificio volcánico, según los reportes
especializados.
Dichos estallidos, agregan, continúan generando retumbos y ondas
de choque sensibles a siete kilómetros del cráter hasta varios
poblados aledaños, además de constantes avalanchas moderadas de
bloques.
De acuerdo con el Insivumeh, debido al comportamiento y la
actividad presentada por el Fuego, existe la probabilidad de flujos
piroclásticos en los canales de descenso.
Una vez más la Conred recomendó a la Dirección General de
Aeronáutica Civil mantener las precauciones con el tráfico aéreo
debido a la presencia de ceniza en los alrededores del volcán.
A los habitantes de las cercanías los instó a atender las
indicaciones que autoridades en cada jurisdicción den a conocer.
Este coloso es un estratovolcán considerado de los más
impresionantes de Centroamérica porque sus erupciones son violentas.
El 27 de mayo pasado el Pacaya, cercano a aquel, tuvo un potente
estallido producto del cual la ceniza cubrió tres departamentos,
incluida esta urbe.
Aquel evento ocasionó una muerte, miles de damnificados y
pérdidas materiales por el equivalente a unos 500 millones de
dólares, reportó Prensa Latina.