Inmune a las tentaciones de la farándula, el actor norteamericano
Johnny Depp se impuso en el favor de los estadounidenses que lo
eligieron como el mejor de 2010, según encuesta del sitio
Marketwach.com.
Con una trayectoria en la que brillan cintas como La novena
puerta y Eduardo Manostijeras, con la que debutó, Depp sobresale en
los últimos años por su personaje del capitán Jack Sparrow, en la
saga Piratas del Caribe, de andar torcido, índole sombría, malévolo,
humano, real.
A pesar de las campañas publicitarias desplegadas en torno a esta
serie fílmica, infinita tal vez, trabaja su personaje con el rigor
artístico que pone en cada una de sus películas y rehúye cuanto es
posible a la prensa, informó Prensa Latina.
Ajeno al glamour, al que da insistentemente la espalda, a los 47
años solo anhela una vida más calmada, hogareña, en compañía de su
esposa Vanesa Paradis y sus hijos. Más de una vez se ha definido
como un tipo a la antigua, que preferiría no ser el punto de mira,
no tener que hablar de sus filmes ni ser fotografiado.
Solo ambiciono un poco de calma, sentarme y respirar, dijo en una
reciente entrevista a la prensa alemana. La expectación reinante
sobre mi vida y mi trabajo es demasiado grande, argumentó.
Dotado de un talento poco común, es una rara avis en el mercado
de lentejuelas de Hollywood del que siempre se distanció con una
divisa inalterable: evitar que el mundo del cine lo cambiara,
mantenerse fiel a sí mismo y a las personas que ama.
Por esa razón, no cesa en su empeño de abandonar los platós,
refugiarse en su casa del sur de Francia y dedicarse, simplemente, a
vivir.