Mientras en el último año 23 municipios en toda Cuba mantuvieron
en cero la tasa de mortalidad infantil, otros como el Mariel, en la
provincia de Artemisa, lograron imponer nuevos indicadores
históricos, reporta la AIN.
Según declaró a la prensa la doctora Mabel Careaga Pérez
responsable del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en la
localidad, se registró 1,6 por cada mil nacidos, una cifra
impensable antes del triunfo de la Revolución.
Careaga Pérez significó que la adecuada alimentación de las
embarazadas, la esmerada atención médica y el trabajo mancomunado de
todos los organismos hicieron posible estos resultados, comparables
con naciones altamente desarrolladas.
Los informes del PAMI en Mariel señalan que en el período se
produjeron 602 nacimientos, lo que representa una disminución de la
natalidad respecto a la del 2009, cuando nacieron 643 infantes más
que en el 2010.
Actualmente en los hogares maternos existentes en los Consejos
Populares de Mariel y Cabañas están creadas las condiciones para, de
ser necesario, hospitalizar aquellas embarazadas que lo requieran.
De manera sistemática Cuba viene reduciendo la tasa de mortalidad
infantil a pesar de sufrir las consecuencias de un criminal bloqueo
económico, financiero y comercial que ejerce el gobierno de los
Estados Unidos sobre la Isla por más de cinco décadas.
En 2010 la mayor de Las Antillas concluyó con tasa de mortalidad
infantil de 4,5 por cada mil nacidos vivos, la más baja registrada
en el país en toda su historia, según reportes del Ministerio de
Salud Pública.
La red de policlínicas e instituciones de salud creada en todos
los municipios permitió alcanzar ese logro y elevar la atención a
las madres y niños.