Al menos 35 mexicanos murieron por agresiones de agentes de la
Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en los últimos tres años,
denunciaron este viernes defensores de los derechos humanos.
No hay sentencias porque el sistema policial estadounidense es
juez y parte en la investigación, explicó Enrique Morones, director
de la organización Ángeles de la Frontera, reporta Prensa Latina.
Los agentes locales del lugar de las agresiones investigan a su
vez a los agentes fronterizos, a pesar de las múltiples peticiones
de que sean otras instancias las que realicen la investigación
conjunta, comentó.
El diario La Opinión destaca que el único caso que concluyó con
una condena de 11 y 12 años de cárcel, respectivamente, fue el de
los ex agentes Ignacio Ramos y Alonso Compeán tras balear en 2005 a
un traficante de drogas.
Sin embargo, la presión republicana en el Senado logró la
liberación de ambos en 2008, con el argumento de que los
funcionarios actuaron en defensa de su país.
Kat Rodríguez, de la Coalición para los Derechos Humanos en
Arizona, expresó que en los últimos siete años ha habido siete
muertes de inmigrantes baleados (en ese estado) por agentes y no han
castigado a nadie.
Destacó que los policías justifican el uso desproporcionado de la
fuerza con supuestas pedradas que reciben.
Es absurdo pensar que una persona que está huyendo y de espaldas
le lance rocas a un policía armado, agregó.
La ligereza para llevar los casos relacionados con los agentes
acusados contrasta con las sentencias a inmigrantes indocumentados,
subraya La Opinión.