Control para alertar a tiempo

Yudy Castro Morales

No es preciso ser un avezado en la materia económica para entender que, a diferencia de lo que hoy sucede, pensar y medir las consecuencias en términos financieros debe constituir el centro de toda gestión empresarial. Hasta el más inexperto es capaz de imaginar el descalabro que supone operar sin contabilidad.

Foto: Yander ZamoraUn balance diario y una información primaria eficiente constituyen, al decir de Carrazana, la base del control.

Quizás por ello Elbis Carrazana, consciente de que ningún director puede dormir tranquilo mientras no tenga un mecanismo contable eficaz, se empeñe en que su empresa no forme parte de las unidades que quitan el sueño.

Inmersa en el perfeccionamiento empresarial y acreedora de un reconocimiento otorgado por la Contraloría General, la entidad Argelio Reyes o Prodal, como se conoce comercialmente, sustenta en un ambiente de control los resultados de la industria, comprometida con la fabricación de 42 productos, entre embutidos, hamburguesas, albóndigas...

Carrazana reconoce que sin caer en inspecciones excesivas, las cuales terminen coartando la gestión de la empresa, es necesario lograr un sentimiento de responsabilidad y disciplina entre las estructuras de dirección y los trabajadores, de modo que se cierren las puertas al despilfarro y desvío de recursos. Y de suceder tales violaciones, contar con mecanismos capaces de detectarlas.

Un sistema integral de supervisión, respaldado por un balance diario, una información primaria eficiente, una contabilidad que logre reflejar en tiempo real los problemas de la empresa y, sobre todo, un apego irrestricto al plan, constituyen —al decir de Carrazana—la base para un control más financiero, como demanda la actualización de nuestro modelo económico.

Probablemente ese esquema le ha permitido cumplir con la entrega diaria de 13 toneladas de croquetas criollas, las cuales, aunque insuficientes, favorecen la alimentación de los consumidores que acuden a las 29 pescaderías de Ciudad de La Habana. Comenta el directivo que hace dos años se producían 7 toneladas y se prevé llegar a 15.

Además de la planta de procesos varios, donde se elabora este surtido, Prodal cuenta con una Unidad Empresarial de Base (UEB) de conformados y otra de embutidos, cuyas producciones están dirigidas al Turismo, las tiendas recaudadoras de divisas y otros organismos.

Precisamente la UEB de Conformados certificó en el 2010 su Sistema de Gestión de la Calidad, según NC ISO 9001-2008, y pretende ampliar sus capacidades, con el propósito de cubrir la demanda del sector turístico y el mercado en divisas, la cual asciende este año a 3 917 toneladas.

"Disponemos de tres líneas de elaboración, con turnos de ocho y 16 horas; el suministro de materias primas se ha mantenido estable, pero la mayor limitante está en el volumen productivo que asimila la maquinaria", explica Carrazana.

Como colofón de las buenas nuevas, abunda en un proyecto dirigido a la sustitución de la salchicha de pollo importada que consume el Turismo y comercializan las TRD.

"Para no incurrir en errores que han invalidado muchos de los procesos inversionistas, hemos desarrollado un profundo estudio económico-financiero, técnico y de mercado", añade, mientras ilustra con números los ahorros que le reportaría al país:

"El 40% de la salchicha es agua, en concordancia con la cantidad que adquirimos en el exterior, anualmente estaríamos comprando más de cinco millones de litros, a un costo superior a los siete millones de dólares."

De ahí la importancia de hacer valedero un programa, reflejo de todas las potencialidades que, en materia de sustitución de importaciones, aún puede explotar el Ministerio de la Industria Alimentaria.

Entonces, Elbis Carrazana retoma su idea inicial, aquella que habla del imprescindible control, para augurar resultados halagüeños.

 

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