Casi cuatro mil niños y adolescentes fueron expulsados de Estados
Unidos en los últimos siete años, tras cruzar solos la frontera
común desde México en busca de mejores oportunidades, señala un
estudio.
El texto de más de 300 páginas, que recoge testimonios de niños y
adolescentes vejados y deportados, revela que este es un fenómeno en
ascenso y resulta más visible en la frontera de Sonora con Arizona y
de Baja California con California, Estados Unidos.
Según un reporte del diario El Financiero, en las zonas antes
mencionadas ocurren entre 65 y 83 por ciento de las repatriaciones
de menores de acuerdo con las cifras contabilizadas desde el 2001
hasta mediados de 2008.
Entre las causas de la emigración infantil se encuentran la
reunificación familiar, maltrato en los hogares, búsqueda de trabajo
y acompañamiento forzado, cuando sus padres intentan cruzar la línea
divisoria, precisa la pesquisa.
Agrega que Michoacán, Oaxaca, Puebla, Guerrero, Hidalgo, Jalisco,
Guanajuato, Veracruz y Chiapas son los estados que más niños
indocumentados aportan, la mayoría de ellos varones entre 13 y 17
años.
Son niños que a su corta edad son convertidos en mercancía pues
tienen un valor comercial, y a los que pueden explotar, violar,
traficar y muchas veces arrebatarles su dignidad, su infancia y
hasta su propia vida, asevera Silvia Jacquelina Ramírez, una de las
autoras del estudio.
En la red de 27 albergues instalados por el gobierno mexicano y
organizaciones civiles en la frontera norte del país, el número de
niños atendidos anualmente aumentó casi se triplicó en seis años.
De acuerdo con investigaciones de organismos de Naciones Unidas,
los niños y las mujeres so las principales víctimas del tráfico
ilegal de personas, por lo que urge establecer medidas para su
protección y desarrollo, reportó Prensa Latina.