Unos 200 vuelos fueron suspendidos en Moscú a causa de la lluvia
helada de las últimas horas, la cual dejó además a 200 mil rusos sin
electricidad, mientras mil 350 recibieron traumas por caídas en las
aceras.
La anomalía climática, con consecuencias peores que las intensas
nevadas de hace unos días, afectó la salida y aterrizaje de aviones
en al menos dos de los tres aeropuertos capitalinos, donde se
agolparon más de siete mil pasajeros por la demora de los vuelos,
reporta Prensa Latina.
En el suroccidental Damaedovo, que ayer quedó sin electricidad
por la rotura de tendidos de dos subestaciones a causa del peso del
hielo, esta jornada cuenta con suministro eléctrico, pero se
mantienen las dificultades para la salida de las naves aéreas.
Miles de personas se dirigieron a la zona de control de
pasaportes para demandar información por parte de la jefatura del
aeropuerto.
En la norteña terminal Sheremetievo, cientos de personas esperan
por la salida de aviones, mientras los tableros carecen de
información fidedigna, en especial, en el bloque D (sólo para vuelos
de Aeroflot) aunque es mejor la situación en el F (para compañías
foráneas).
Asimismo, unos 100 mil miembros del ministerio de Situaciones de
Emergencia, de equipos de salvamento y de empresas energéticas,
divididas en 300 brigadas, luchan para restablecer la electricidad,
evacuar unos seis mil árboles caídos y ayudar a autos atascados.
El hielo de hasta dos centímetros de grosor acumulado en las
ramas de los árboles, en las antenas de las casas, en los cables
eléctricos y en los autos recrudece el caos causado por el fenómeno
climático en esta ciudad, convertida en una gigante pista de
patinaje.
Varias compañías de telefonía móvil reportaron problemas con los
servicios, decenas de rutas de tranvías y trolebús debieron
suspender sus salidas, al igual que varios trenes suburbanos
eléctricos, lo cual requirió el uso adicional de locomotoras de
combustible diesel.