CAMPAMENTO 27 DE FEBRERO (RASD), 26 diciembre.— El frío impío del
desierto se esfumó momentáneamente hoy de este territorio de la
República Árabe Saharauí Democrática (RASD) cuando refugiados
disfrutaron de melodías y danzas de Cuba, devenidas gestos renovados
de solidaridad.
En presencia de la ministra de Cultura y miembro del secretariado
del Frente Polisario, Jadiya Hamdi, el trío musical Dinoh y tres
parejas de baile del Conjunto Folclórico Nacional de Cuba regalaron
una noche que calentó el invierno y, sobre todo, revitalizó
esperanzas.
Fue la mejor noche de mi vida que he pasado en este desierto ,
expresó a Prensa Latina henchido de satisfacción Mohamed Abdullah,
apodado Garbanzo y que tras cursar estudios en la isla de 1989 a
2004, se graduó de Geología.
Y es que la vida de este campamento, uno de los cinco que
conforman la RASD en territorio cedido por Argelia, se alteró desde
este domingo cuando llegó la comitiva antillana a convivir con los
saharauíes en sus jaimas, tiendas de campaña beduinas ahora algo más
confortables respecto a las originales.
El hecho de que una inmensa parte de quienes viven aquí se
autodefinen como cubanos por haber cursado estudios en la nación
caribeña, hizo que el público coreara, bailara y tatareara rítmicas
canciones como Saoco, La vida es un carnaval o la Guantanamera, que
cerró un espectáculo para la posteridad.
Dos gigantescas banderas del Sahara Occidental y de Cuba
presidieron el escenario que estuvo flanqueado por pancartas con
fotos de cinco antiterroristas presos hace más de 12 años en Estados
Unidos y reclamos a Washington de que los libere y cese la
injusticia.
Esos mismos carteles eran agitados junto con banderas pequeñas
por el público, mientras niños movían con cierta timidez escénica,
pero clara disposición solidaria, los pabellones cubanos sobre el
escenario.
La mítica canción Ché, Comandante despertó pasiones
y gritos de vivas para Cuba, Fidel Castro, Raúl Castro y un Sahara
libre de la ocupación marroquí, cuando la intérprete del trío Dinoh
ratificó que !venimos a darle toda la alegría de mi país para
ustedes, los queremos!. La velada, en el que el folclor afrocubano y
el profesionalismo de los danzantes desataron expresiones de
admiración, también contó con la participación de un conjunto
artístico de este campamento que interpretó canciones y danzas
tradicionales saharauíes.
Gran emoción insufló también la cantante saharaui Mariam Hassan
al poner voz con lírica sonoridad árabe al tema Chica
torturada y arengar con gratitud cubanos, hermanos, el
Polisario les da la mano, o el músico Mohamed Embarik Murakchi al
agregar versos martianos a la Guantanamera.
Una antesala de lo que se vislumbraba como una noche de
fraternidad desbordada entre hermanos la propició el director
general del Ministerio de Cultura, Mustafa Mohamed Fadel, al
describir la estancia de los artistas cubanos como un nuevo modo de
apoyo al que nos tienen acostumbrados.
Siempre vimos la firmeza de la Revolución cubana, que ha sido
guía para los pueblos en su resistencia a la opresión y el
imperialismo, dijo el funcionario al recibir a los artistas y
subrayar que esta visita no es sólo de un grupo musical, sino una
delegación de pueblo.
Los cubanos, explicó por su lado el jefe de la delegación Goeber
Guiberc, sentimos pleno orgullo de poder tributar arte y solidaridad
a los hermanos saharauíes, y aseguró que es la voluntad del
Gobierno, del pueblo y de la dirigencia política de su país.