Miles de maestros laboran en las más de 400 escuelas especiales
existentes hoy en Cuba, para atender a educandos con limitaciones
físicas e intelectuales.
Esos docentes tienen a su cargo la enseñanza mediante el sistema
de lecto-escritura braille al tacto, para los ciegos, o del lenguaje
de señas, utilizado por los sordos, reportó la Agencia de
Información Nacional.
Otros estudiantes necesitan métodos más complejos, como los
sordodociegos y los autistas, que tienen grandes dificultades para
comunicarse.
El esfuerzo de esos hombres y mujeres permite que cada vez sean
más los discapacitados incorporados a la enseñanza media y superior,
así como al empleo, la cultura y el deporte.
Estos profesores celebrarán el próximo miércoles 22 el Día del
educador con la satisfacción de contribuir a la plena integración
social de esos niños y jóvenes, gracias a los planes desarrollados
por la Revolución.