La morada donde habitó por más de nueve lustros José Lezama Lima,
convertida en Casa Museo, fue proclamada Monumento Nacional este
domingo al conmemorarse el centenario del su nacimiento, en acto
presidido por Abel Prieto, miembro del Buró Político del Partido y
ministro de Cultura.
Margarita Ruiz, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio
Cultural, dio a conocer el documento que refrenda la jerarquía del
inmueble que atesora testimonios sobre la vida y la creación del
autor de Paradiso, una de las novelas más significativas de
las letras iberoamericanas del siglo XX.
Ella, junto a Zuleica Romay, persidenta del Instituto Cubano del
Libro, develó la tarja que acredita la condición de la casa como
Monumento Nacional.
Ubicada en el número 162 de la calle Trocadero, en pleno corazón
de la capital cubana, Lezama escribió allí su descomunal obra
poética, narrativa y ensayística; planeó revistas que constituyen
hitos indelebles en la cultura cubana; animó un núcleo de
resistencia intelectual y ética en medio de las sombras de la
república mediatizada; sostuvo diálogos matizados por la sabiduría y
el ingenio con sus contemporáneos; y fomentó su círculo familiar
junto a su madre Rosa.
Los más antiguos vecinos recordaron la respiración asmática del
poeta, las volutas de los habanos que prendía como si practicara un
rito órfico; y sus caminatas hasta el paseo del Prado.
Este domingo la ceremonia reunió a amigos y admiradores, entre
ellos los escritores César López, Reynaldo González y Antón Arrufat,
quienes han hecho un culto a la memoria de la amistad; y el poeta
José Luis Moreno del Toro, su médico personal.
Quedó inaugurada una exposición del artista Francis Fernández
Trujillo, titulada Travesía por el mito, y hubo diversas
manifestaciones escénicas y musicales inspiradas en el legado
lezamiano.