El uso de la zeolita en la agricultura cubana es una de las
alternativas empleadas por el movimiento cooperativo y campesino de
avanzada, para aportar nutrientes a los suelos y elevar los
rendimientos y la productividad.
En esa actividad es vital el apoyo de los trabajadores del Centro
de Investigaciones Minero/Metalúrgicas (CIPIMM), en esta capital,
encargado de aportar nuevas tecnologías y metodologías con vistas a
ser implementadas en los campos.
José Castellanos, investigador titular de esa entidad inaugurada
en 1967 por el Comandante Ernesto Che Guevara, dijo a la AIN que el
empleo de la zeolita como fertilizante incrementa entre 15 y 20 por
ciento los rendimientos productivos.
Castellanos explicó que mezclada y tratada de forma adecuada con
minerales industriales, sustituye los fertilizantes químicos y
reduce los costos entre un 40 y 50 por ciento.
Actualmente esta tecnología está en fase de implementación y
generalización entre los productores vinculados a la agricultura
urbana y suburbana, fundamentalmente.
Martha Velázquez, investigadora titular del centro, aseveró a la
AIN que el producto se suma a los esfuerzos del Estado cubano por
sustituir importaciones y proporcionar técnicas ecológicas para
preservar el medio ambiente.
También disminuye la cantidad de agua entre un 20 y 25 por ciento
a disponer por los productores en función de garantizar el correcto
crecimiento de las plantas.
Datos de la delegación de la agricultura en Ciudad de la Habana
refieren que los experimentos pilotos efectuados en el municipio del
Cotorro avalan las cualidades de la zeolita, como un eficiente
regulador de los nutrientes en el suelo.
En sus más de 40 años de experiencia el CIPIMM desarrolló
productos de alto valor agregado, que le permitieron construir 16
plantas mineras y cuatro de zeolitas.