Como
imitando la realidad, las manos de los artistas-artesanos vuelven a
crear el mundo sobre disímiles materiales, que transforman en mil y
un motivos para el asombro, los sueños más íntimos del hombre
dondequiera que este se encuentre.
No caben dudas, la fantasía volvió a tutear a la realidad en esta
14 edición que exhibe en los espacios de PABEXPO hasta el domingo 19
el quehacer artístico-artesanal de 17 naciones de América Latina y
el Caribe, Europa y Asia en 234 áreas expositivas para enseñarnos
imaginaciones, esas ideas que las manos del creador transforman en
una historia de los materiales que entrega la tierra.
El barro aquí alcanza variadas dimensiones: los hermanos Fontes
(Felipe y Manolo) acercan cerámicas esmaltadas originales con un
proyecto de botellas y esferas que juegan con las energías y causan
la admiración; el ceramista Ramón Benítez Galindo desborda la
técnica y el buen gusto sobre platos, jarrones, ceniceros conjugando
magistralmente el blanco y negro…; Beatriz Santacana combina la
arcilla chamoteada con esmaltes y hierro para entregarnos
esculturas-cerámicas que sobresalen por el sutil colorido, la
factura y el mensaje que apunta hacia la mítica artista mexicana
Frida Kahlo, mientras que los matanceros Sergio Roque y Lázaro
Lamelas regalan unos platos y botes imaginativos, Fernando Velázquez
Vigil nos vuelve a sorprender con los murales cerámicos que cubren,
cual piel, mesas, bancos y otros enseres de terraza, y Puyalena
quien enfoca sobre las superficies esmaltadas formas y dibujos de
otros tiempos causando admiración…
Como realzando el tema que rige en esta Feria: Arte, utilidad
y oficio, Nelson Domínguez, Premio Nacional de Artes Plásticas
2009 atrapa las miradas con los diseños de mobiliario (juego de
comedor de metal) a partir de la figuración de su obra. En esta
ocasión también artistas del calibre de Thelvia Marín y Flora Fong
vuelven a regalar sus formas artísticas para diseñar dibujos en
muebles de hierro; mientras que en el de la familia Benítez —hay
algunas sorpresas manuales con la impronta del "jefe" del grupo, el
maestro Adagio Benítez, y otras más nuevas en sus seguidores
("herederos" artísticos).
En el stand de Forja y herrería (Aeropuerto) sobresalen
los carruajes originales de Douglas Lucas, así como las lámparas y
juegos de terraza en hierro de la creadora Aylette Ceballos, por su
elegancia y acabado. En el stand Luces, brillan las labores
en vidrio (lámparas de Juan Carlos Catalá) y las del joven artesano
Islay Correoso, quien vuelve a dejar huellas en las miradas con sus
llamativas babosas iluminadas. Por este camino del vidrio, la
creatividad y el buen gusto se posan en las lámparas de Jorge
Lorenzes. Alberto Valladares, en su espacio resulta un oasis donde
la vista se recrea en los trabajos de plata, bronce que toman formas
de bailarinas (La muerte del cisne), y otras de la
naturaleza, así como una bisutería de alto calibre; algo que se
observa también en el stand Inspiraciones donde destacan la
originalidad en las piezas de artistas-orfebres como Jorge Gil,
Ariel Boffil, Alberto Evanks Rosales (perfumadores), Mayelín Guevara
y el muy joven Yasniel Valdés —una original colección de plata y
cristal—, entre otros. El papier maché deslumbra la mirada del
espectador transformado por el artesano Roberto Rodríguez García en
la pieza El gran café con más de mil piezas en miniatura con
luces incluídas…
El rescate de tradiciones está presente en diferentes
manifestaciones como el caso del camagueyano Juan Carlos Cabalé
(taburete y sillón comadrita), el trabajo plástico con naturalezas
muertas y plumas de Ernesto Cao (Matanzas), y los manteles bordados
por Olimpia Cadalso (Trinidad). Se suman los trabajos expuestos en
el stand de Holguín, a quien se dedicó esta edición de FIART, donde
sobresalen las tallas en corteza de huevos de Glenys Perdomo/Ricardo
Rodríguez, y los de fibras de una excelencia técnica magistral
salidos de las manos del multipremiado Juan T. Isla.