El presidente de Cuba, Raúl Castro, envió un saludo fraterno al
pueblo, gobierno y al jefe de estado salvadoreños, Mauricio Funes,
informó el canciller de la isla, Bruno Rodríguez, reporta Prensa
Latina.
El jefe de la diplomacia cubana culmino este martes una visita
oficial iniciada el domingo último, la primera de un ministro de
Relaciones Exteriores en la historia de los vínculos bilaterales.
En un comunicado conjunto de Rodríguez y su homólogo, Hugo
Martínez, divulgado en conferencia de prensa, ambos expresaron la
voluntad de profundizar los lazos de cooperación y amistad entre las
dos naciones.
Respondiendo a preguntas de los periodistas, Rodríguez afirmó que
el presidente cubano está al tanto de la visita y recordó que
recibió con sumo placer a Funes durante su estancia en La Habana a
comienzos de octubre pasado.
Ha trasladado sus mejores deseos y un saludo fraterno al pueblo
salvadoreño, a su gobierno y al presidente Funes, como yo me he
honrado en hacer llegar, afirmó.
Rodríguez recordó que anoche sostuvo una entrevista con el
mandatario salvadoreño.
Interrogado sobre una futura visita de Raúl Castro a El Salvador,
el canciller cubano apuntó que el Presidente ha expresado ese deseo
tan pronto sea posible.
A El Salvador y Cuba los unen relaciones muy estrechas, lazos muy
especiales y la relación entre nuestros pueblos fue siempre muy
intensa, subrayó.
El canciller Martínez recordó que durante su estancia en La
Habana Funes extendió una invitación al presidente cubano para
visitar El Salvador.
Tanto Martínez como Rodríguez explicaron que el viaje no tiene
fecha aún y dependerá de las agendas de ambos mandatarios, lo cual,
precisaron, se abordará por los canales diplomáticos.
El canciller cubano señaló que las relaciones bilaterales son
excelentes y sus perspectivas, a partir del enorme potencial
existente, son extraordinariamente promisorias.
Martínez destacó que el primer acto de política exterior del
presidente Funes, cuando asumió el 1 de junio de 2009, fue el
restablecimiento de los vínculos diplomáticos con Cuba, rotos por la
dictadura militar de 1961.
Resaltó que ese paso se dio para superar una deuda histórica que
El Salvador tenía no sólo con los pueblos de ambos países, sino con
todo el continente americano.