El gobierno del presidente Barack Obama recrudeció la ofensiva
para lograr que el Congreso estadounidense apruebe la iniciativa
migratoria conocida como Dream Act, reporta Prensa Latina.
Al texto, modificado tras ser bloqueado por los republicanos en
septiembre último, le quedan escasos días para salir adelante o
tendrá que enfrentar un legislativo con mayor fuerza de las huestes
republicanas, hasta ahora reacias a darle el sí.
El gobierno de Obama continúo esta semana dando argumentos para
favorecer el código que permitiría regularizar el estatus migratorio
de decenas de miles de jóvenes indocumentados.
Varios miembros del gabinete presidencial, entre ellos la
secretaria de Seguridad Interior Janet Napolitano, la secretaria de
Trabajo Hilda Solis y el secretario de Educación Arne Duncan,
abogaron por darle curso al proyecto.
No obstante, la oposición republicana reitera su posición de que
el Dream Act es un plan de amnistía que aumentará el abultado
déficit del país.
Para el conservador Jeff Sessions, senador por Alabama, el plan
propuesto por los demócratas es imprudente porque el criterio de
selección de los que pueden regularizar su situación es muy amplio.
Se espera que la próxima semana, el líder de la mayoría demócrata
en el Senado, Harry Reid, introduzca el tema si logra convencer a
algunos representantes de la oposición.
No obstante, este miércoles los 42 senadores que forman la
minoría republicana dijeron que bloquearán cualquier voto si no
avanza la aprobación de la ley de gastos del presupuesto federal y
se aprueba extender la ley de recortes impositivos para todos los
sectores, incluyendo a los más ricos.
Si no se logra ahora aprobar este texto, durante la próxima
legislatura del Congreso será más difícil, opinó este viernes
Cecilia Muñoz, directora de asuntos intergubernamentales de la Casa
Blanca.
Tenemos un entorno difícil adelante, puntualizó Muñoz.
De ser acogida la medida por el Senado, descartando que la Cámara
baja la apruebe por la mayoría que ahora tienen los demócratas,
pueden optar por la regularización cerca de dos millones de jóvenes
pero, según el Migration Policy Institute (MPI), sólo cerca de 825
mil lograrán su propósito.