Documentales en las primeras filas

Pedro de la Hoz
pedro.hg@granma.cip.cu

Aun cuando los largometrajes de ficción siguen llamando la atención de los espacios promocionales y del público, el 32 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano exhibirá un muestrario muy completo y revelador de lo que el género documental aporta en estos momentos a la construcción de una imagen profunda y radical, no exenta de aristas polémicas, en torno a los avatares políticos, sociales y culturales del continente.

La admisión de 24 películas de este tipo en el apartado oficial referencia tanto el interés como el rigor con el cual los organizadores de la cita valoran el género.

Con Crónica de una catástrofe anunciada, el realizador haitiano Arnold Antonin da cuenta de la realidad de su país tras el terremoto de enero.

Algunas de las producciones vienen precedidas por un notable seguimiento publicitario. Y no es para menos en el caso del filme argentino Pecados de mi padre, de Nicolás Entel, puesto que tiene por protagonista a Juan Sebastián Marroquín Santos, hijo del tristemente célebre capo de la mafia narcotraficante Pablo Escobar, quien exorciza los demonios de su filiación, mediante un testimonio desgarrador.

La recuperación de la memoria marca la factura de El edificio de los chilenos, en el que la propia directora Macarena Aguiló revisa su pasado y el de otros niños que crecieron entre afectos solidarios impedidos de estar con sus padres durante los años de la dictadura pinochetista. La cinta se remonta a finales de los años setenta, cuando militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) exiliados regresaron a Chile a luchar clandestinamente contra la satrapía. Varios de esos militantes tenían hijos que no podrían llevar con ellos, por lo que implementaron el Proyecto Hogares, un espacio de vida comunitaria que reunió cerca de 60 niños quienes fueron cuidados por 20 adultos, llamados "padres sociales".

Renate Costa, joven documentalista paraguaya, autora de Cuchillo de palo.

Otro ángulo de la secuela de los años del terror de la Operación Cóndor, cifrada en el Cono Sur con el respaldo de las administraciones norteamericanas y sus servicios de inteligencia, lo ofrece Cuchillo de palo, de la paraguaya Renate Costa, quien descubre cómo un tío suyo, que soñaba con ser bailarín, fue fichado, vejado y eliminado por la policía del tirano Alfredo Stroessner.

Cuba desembarcará con producciones estrenadas en meses recientes, entre ellas dos muy atendibles: Adónde vamos, de Ariagba Fajardo Nuviola, acerca de la migración de los jóvenes montañeses y su impacto en la economía rural; y En el cuerpo equivocado, de Marilyn Solaya, testimonio de las vicisitudes de una persona antes y después de su reasignación sexual por vía quirúrgica.

El tema cubano aparece en otros dos documentales: Operación Peter Pan: cerrando el círculo en Cuba, de la destacada realizadora norteamericana Estela Bravo, quien confronta la experiencia en la adultez de los niños arrancados de su patria a principios de los sesenta, víctimas de una pérfida manipulación de la CIA y la contrarrevolución; y Will the real terrorist please stand up, del también estadounidense Saul Landau, que será proyectado en una presentación especial fuera de concurso, y trata sobre la verdadera naturaleza de la hostilidad de la Casa Blanca hacia la Revolución cubana a lo largo de más de medio siglo.

Veintiocho documentales serán exhibidos como parte del ciclo Latinoamérica en perspectiva, en un serio intento por reflejar tanto un amplio abanico temático como las múltiples poéticas que caracterizan al género en la hora actual.

De interés por la inmediatez con que sus realizadores han pasmado el reflejo de continencias presentes se prefiguran Crónica de una catástrofe anunciada, del haitiano Arnold Antonin, y Haití, la apuesta por la vida, del guatemalteco Alejandro Ramírez, dos acercamientos diferentes al terremoto que asoló a Puerto Príncipe y sus alrededores en enero pasado; y Quién dijo miedo, de la hondureña Katia Lara, cuyas imágenes apuntan al esfuerzo emancipador tronchado por la asonada golpista del año pasado y la resistencia inextinguible del pueblo de esa nación centroamericana.

 

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