Considerado por expertos como una rareza, un ejemplar de plátano
fruta logró el prodigio de producir dos racimos de bananos en su
propio tallo, en la huerta de Oscar Villalobos Guerra, de la
provincia de Cienfuegos.
En declaraciones exclusivas a la AIN, Villalobos Guerra aseguró
que ambos manojos suman 535 plátanos y -como si fuera poco- en ese
plantón crecen además otras dos plantas con sus respectivas
pariciones.
Quien labora dentro del Cuerpo de Vigilancia en la Termoeléctrica
Carlos Manuel de Céspedes, y cultiva por afición su traspatio en la
localidad de Pepito Tey, indicó que en junio de 2009 sembró 46
retoños de la especie, traída de la cooperativa Mártires de
Barbados, en Rancho Luna.
Esta es la segunda parición, bastante afortunada, ya que hay en
existencia 22 racimos en diferentes estadíos, obtenidos en un área
originalmente pedregosa y sin agua, al que solo le ha suministrado
materia orgánica.
Al consultar a Julio León Cabrera, especialista en conservación
del Jardín Botánico de Cienfuegos, expresó que resulta una
singularidad, ya que el plátano es monopodial, es decir, posee un
solo pie para un solo fruto y en ese caso debe haber ocurrido una
mutación genética.
Félix Herrera Milián, jefe de producción de la "Mártires de
Barbados", indicó que, con buen riego allí, el mayor racimo alcanzó
unos 400 bulbos, por lo cual el mérito de Villalobos vale por lograr
esas producciones en secano, y si son "jimaguas" los racimos mucho
mejor.
El origen del plátano parte de la región indomalaya, y aseguran
fue introducido en Cuba luego de 1516; desde entonces es una de las
frutas tropicales más cultivadas y de gran importancia en términos
globales, sólo por detrás de los cítricos, la uva y la manzana.