Aniversario 50 de las Escuelas de Instrucción Revolucionaria

Escuelas para todos los tiempos

Raquel Marrero Yanes

Las Escuelas de Instrucción Revolucionaria (EIR) se fundaron por iniciativa de Fidel, el 2 de diciembre de 1960. Su principal objetivo era divulgar los fundamentos de la ideología marxista-leninista entre los cuadros y activistas de todas las organizaciones revolucionarias del país.

Foto: Otmaro Rodríguez Militantes y revolucionarios se preparan en las aulas de la Escuela Superior Ñico López, como parte del Sistema de Escuelas del Partido.

Sin embargo, ya desde 1925, año en el que se fundó el Partido Comunista, esta Organización había dedicado especial atención a la preparación de los cuadros revolucionarios.

Antecedentes como las escuelas del Partido Socialista Popular, la academia ideológica Abel Santamaría en la prisión de Isla de Pinos, o la del Movimiento 26 de Julio en la Sierra Maestra, confirman la preocupación de los revolucionarios por mantener una constante preparación política e ideológica.

Luego del triunfo de enero de 1959 se mantuvieron latentes estas ideas. De ahí la propuesta del Comandante en Jefe de crear las EIR. El lugar seleccionado resultó una amplia casona en una finca de recreo al oeste de la capital, hoy Museo de Instrucción Revolucionaria.

Surgió así la Escuela Nacional del Partido Ñico López, y con ella el Sistema Nacional de Instrucción Revolucionaria. Luego las Escuelas Básicas de Instrucción Revolucionaria (EBIR) de carácter masivo.

En diciembre de 1978, el Secretariado del Comité Central del Partido acordó convertir las escuelas provinciales en filiales universitarias y la Escuela Nacional en Centro de Educación Superior de tipo especial, con el fin de formar licenciados en Ciencias Sociales.

Rosario Pentón Díaz, actual rectora de la institución docente, precisa que el sistema está estructurado en tres niveles: las escuelas municipales, provinciales y la Superior. "La Superior constituye el centro rector del sistema desde el punto de vista metodológico, con la misión de preparar a cuadros, militantes y revolucionarios en general".

En la misma medida en que el nivel educacional de los cuadros se fue elevando se hizo necesario introducir la enseñanza de pregrado y postgrado. "Esta última en diferentes manifestaciones como diplomados, entrenamientos, cursos cortos, maestrías y postgrado. Aquí se forman, además, los profesores del Sistema de Escuelas del Partido en carreras de Licenciatura de Estudios Socioculturales con perfil pedagógico", explica.

Desde hace cinco décadas cientos de miles de hombres y mujeres han pasado por las numerosas aulas e instalaciones de esta "red" educacional.

Como apunta la rectora, "son tiempos decisivos y demandan que el Sistema de Escuelas del Partido como instrumento ideológico se crezcan y rompan con cualquier vestigio de rutina y formalismo".

Sus fundamentos se mantienen intactos a través de los años y aún tienen como base las ideas de Fidel: "La tarea de las escuelas, la fundamental tarea de las escuelas es, sencillamente, la formación ideológica de los revolucionarios y, a su vez, del pueblo".

 

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