En noviembre, la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación fue una de las muchas voces que
alertaron sobre un posible nuevo repunte de los precios de los
alimentos.
"Según el Programa Mundial de Alimentos, 22 de los 30 países en
alto riesgo de África subsahariana necesitarán ayuda alimentaria
externa, muchos de los cuales sufren una seria propagación del VIH
(virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida).
"Cuando los precios alejan los alimentos nutritivos de las
personas con VIH y sida, se desata una crisis inmediata", añadió
Drimie.
La epidemia del sida afecta en África a individuos, hogares y
comunidades con múltiples presiones sociales, económicas,
ambientales y de salud.
Durante diez años, la Red Regional del IFPRI (International
Food Policy Research Institute) sobre Sida, Sustento y Seguridad
Alimentaria (Renewal, por su acrónimo en inglés), ha
estudiado la vulnerabilidad de las personas con VIH/Sida en África
oriental y austral.
El coordinador de Renewal en Malawi, Sam Bota, dijo que el
primer impacto del sida es una pérdida directa de mano de obra. Por
ejemplo: "Un censo nacional en Malawi claramente muestra que un alto
porcentaje de agricultores dedican gran parte de su tiempo
atendiendo a familiares enfermos", indicó.
Como si fuera poco, el cambio climático también presiona a
hogares de todo el continente, creando incertidumbre sobre el tiempo
y la frecuencia de las lluvias, a veces reduciendo los campos u
obligando a los campesinos a optar por otro tipo de cultivos a los
que no están acostumbrados.
El sida se cobra la vida de personas que podrían contribuir a
facilitar estas transiciones y cubrir la escasez de mano de obra
especializada.
Las familias amenazadas por la inseguridad alimentaria corren
riesgo de entrar en un ciclo peligroso.
"El sorpresivo aumento de la inseguridad alimentaria puede
desencadenar una angustiosa emigración, ya que las personas irán en
busca de alimentos y trabajo", escribió el director de Renewal,
Stuart Gillespie, durante la crisis de alimentos del 2008. Y "la
movilidad (de las personas) incrementa los riesgos de la exposición
al VIH, tanto para los que se trasladan como para los adultos que
permanecen en sus casas", añadió.
Es posible que niños y niñas abandonen las escuelas, quedando más
expuestos al VIH en el mundo del trabajo y perdiendo educación que,
a su vez, reduce las probabilidades de que contraigan sida. La
inseguridad alimentaria está también vinculada a altos niveles de
sexo por dinero sin protección entre las mujeres pobres.
(Fragmentos tomados de IPS)