Como todos comprenderán, este país no puede darse el lujo de
soportar gastos que es capaz de sustituir con la producción
nacional, meta que estamos en la obligación de proponernos a mediano
plazo [¼ ]
No nos llamemos al autoengaño, es necesario romper la barrera
sicológica que nos impide avanzar en tantas áreas de nuestro
quehacer cotidiano y en ello tienen importancia decisiva los jefes a
todos los niveles y los cuadros del Partido y del Sindicato.
Tengo conciencia de las expectativas y honestas preocupaciones,
expresadas por los diputados y los ciudadanos en cuanto a la
velocidad y profundidad de los cambios que tenemos que introducir en
el funcionamiento de la economía, en aras del fortalecimiento de
nuestra sociedad socialista.
En este sentido me limito, por ahora, a expresar que en la
actualización del modelo económico cubano, cuestión en la que se
avanza con un enfoque integral, no puede haber espacio a los riesgos
de la improvisación y el apresuramiento. Es preciso caminar hacia el
futuro, con paso firme y seguro, porque sencillamente no tenemos
derecho a equivocarnos.