Energía renovable, fuente de ahorro

José Antonio Torres

Más de 200 000 personas e importantes objetivos socioeconómicos de todo el país se benefician con el uso de las fuentes renovables de energía, alternativa para generar electricidad, ahorrar combustible, y reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera en lugares sin acceso al Sistema Electroenergético Nacional.

El doctor Luis Bérriz, presidente de CUBASOLAR, recalcó en Guamá, municipio santiaguero destacado en el aprovechamiento de las fuentes renovables y primero con posibilidades de independizarse de la red eléctrica nacional, que este es uno de los principales resultados de la Revolución Energética, en el empeño de revertir los altos niveles de consumo eléctrico sin afectar las producciones y los servicios básicos.

Fue categórico al expresar que, aunque se avanza, urge generalizar las mejores experiencias, pues actualizar el modelo económico cubano en materia energética pasa por aprovechar todas las alternativas que demuestren en la práctica las posibilidades de ahorro y eficacia.

Según explicó, expertos de la Unión Eléctrica, el Ministerio de la Industria Básica e instituciones científicas afines, perfilan un grupo de opciones que eliminan el derroche y contribuyen a reducir las erogaciones del Estado para garantizar la operatividad energética de la nación.

CUBASOLAR desarrolla 65 proyectos, incluidas 45 acciones enfocadas a la solarización territorial de 10 municipios del litoral sur oriental.

En el país, detalló, funcionan alrededor de 10 000 sistemas fotovoltaicos y una cifra similar de calentadores solares que benefician a hospitales, hogares de ancianos, escuelas, círculos infantiles y entidades de la esfera industrial. Por provincias, Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo son las que más avanzan.

Progresa la construcción de parques eólicos, molinos de viento, plantas de biogás, aerogeneradores, secadores solares, sistemas híbridos y el uso de la biomasa, en especial de los residuos cañeros y forestales que favorecen la generación de electricidad, aseguró.

Unas 180 hidroeléctricas —con una potencia instalada de 65 megaWatt— cubren las necesidades sociales y productivas de 35 000 habitantes y 500 objetivos de interés socioeconómico.

Solo por este concepto, Cuba deja de emitir anualmente a la atmósfera alrededor de 90 000 toneladas de dióxido de carbono.

Los beneficios de las fuentes renovables de energía son mayores —acotó—, si se toma en cuenta la cantidad de problemas que resuelven y el número de servicios que protegen en sitios inhóspitos y de difícil acceso de la geografía nacional.

 

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