El documento, firmado por Llorens y enviado al Departamento de
Estado, también reconoce que la carta de "renuncia" de Zelaya fue
una "fabricación", sin dar detalles de las evidencias de que
dispone. Confirma el embajador norteamericano que "ninguno de los
argumentos mencionados" por los golpistas para justificar el
secuestro y la expulsión del Presidente constitucional Manuel Zelaya
tiene validez bajo la constitución hondureña, mientras algunos son
claramente falsos y otros son "meras suposiciones".
Indica cómo los recuentos del secuestro de Zelaya realizados por
los militares refieren que nunca le fue presentada legalmente una
orden judicial, "que los soldados se abrieron paso a tiros contra
las cerraduras y esencialmente secuestraron al Presidente".
Llorens no hace mención alguna a la complicidad de las fuerzas
militares norteamericanas presentes en Honduras en la operación
realizada por el ejército salvadoreño para sacar del país por vía
aérea el Jefe del Estado. La abogada e investigadora estadounidense,
Eva Golinger, demostró en las semanas que siguieron al golpe que la
base militar de Soto Cano, que Estados Unidos mantiene en territorio
hondureño, tuvo un papel fundamental en el derrocamiento del
presidente Manuel Zelaya.
El documento es uno de los cientos de miles de despachos secretos
del Departamento de Estado al diario español El País, a The New
York Times, a The Guardian en Gran Bretaña, al francés
Le Monde y a la revista alemana Der Spiegel,
publicaciones que no son conocidas por ser críticas del gobierno
norteamericano.
En un párrafo que parece tragicómico, Llorens señala que "según
la lógica del argumento 239", evocado por los golpistas, "el propio
Micheletti debería ser forzado a dimitir ya que como Presidente del
Congreso consideró una legislación para tener una cuarta urna
("Cuarta Urna") en las elecciones de noviembre del 2009 para
solicitar la aprobación de los votantes acerca de una asamblea
constituyente para reescribir la constitución".
"Cualquier miembro del Congreso que debatió la propuesta también
debería ser separado de oficio, y el candidato presidencial del
Partido Nacional, Pepe Lobo, que hizo suya la idea, debe ser
inhabilitado para ejercer cargos públicos por 10 años", añade.
En su informe, Llorens se refugia detrás de los expertos legales
hondureños que la embajada consultó, con el fin de entender los
argumentos esgrimidos por los partidarios del golpe y sus
opositores.
Lo cierto es que muchos otros documentos, no "confidenciales"
como este, sino "Top Secret", han sido intercambiados entre
Washington y su embajada en Honduras durante los eventos del 2009.
Las relaciones muy estrechas de Hugo Llorens con lobos de la
política exterior estadounidense, explican sin dudas mucho mejor que
su informe "confidencial" el giro pro-golpista que rápidamente tomó
la diplomacia de Obama y Hillary Clinton.
La congresista ultraderechista cubano-americana Ileana Ros-Lehtinen,
que representa al Partido Republicano en materia de política
extranjera, calificó este domingo en una declaración de
"irresponsable" la filtración del portal WikiLeaks de decenas de
documentos sensibles del Departamento de Estado.
La congresista de Miami tiene por qué preocuparse: ella corrió a
apoyar al dictador Roberto Micheletti poco después del golpe de
Estado, que llevó a la expulsión del Presidente constitucional
Manuel Zelaya.
"Estoy con el presidente de Honduras, Roberto Micheletti, porque
él es el presidente de este país", dijo la portavoz de la extrema
derecha norteamericana en el Congreso, en una conferencia de prensa
al lado de Micheletti en la propia Casa de Gobierno hondureña
ocupada por la dictadura.
Llorens sabía con antelación del golpe de Estado. Lo reveló días
antes de su muerte el ex ministro de la administración Zelaya,
Roland Valenzuela, en una entrevista transmitida por una radio local
de la ciudad de San Pedro Sula.
Valenzuela relata detalladamente como el día 10 de junio del
2009, el entonces presidente del Congreso Nacional, Roberto
Micheletti, convertido en dictador el 28 de ese mismo mes, envía el
borrador del decreto que destituiría a Zelaya.
Explica como una contratista de la USAID, Jacqueline Foglia
Sandoval, fue señalada como "la persona encargada de coordinar y
operar el golpe de Estado".
Unos días después de estas declaraciones, Valenzuela fue
asesinado en un lugar público por el "empresario" Carlos Yacamán,
quien fue arrestado el miércoles 8 de septiembre en Miami —no por el
FBI sino por Inmigración—, donde había encontrado refugio. A pesar
de la solicitud oficial de la fiscalía de San Pedro Sula, Yacamán
sigue bajo protección de las autoridades estadounidenses.
El embajador Hugo Llorens, quien admitió luego de su informe
haber participado en reuniones en las cuales se discutieron los
planes del golpe antes del secuestro del Presidente Zelaya, es un
cubano-americano "especialista del terrorismo". Era director de
Asuntos Andinos del Consejo Nacional de Seguridad en Washington
cuando acontece el golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez.
Llorens se encontraba entonces bajo la autoridad directa del
Subsecretario de Estado para Asuntos hemisféricos Otto Reich y del
muy controvertido Elliot Abrams.
Otto Reich es uno de los personajes más influyentes de la fauna
mafiosa de Miami y en junio del 2009, se encargó personalmente de
proteger a la pandilla de Micheletti, con la congresista Ileana Ros-Lehtinen.