CIENFUEGOS.— El enemigo, después de varios días de acecho, avanza por todos los accesos terrestres y marinos hacia la cabecera provincial con la intención de apoderarse de ella. Previo, su aviación dirigió constantes ataques contra puntos estratégicos de la ciudad con el objetivo de facilitar su toma. Pero una y otra vez encontraron el fuego de nuestras baterías antiaéreas.

En el ejercicio la defensa antiaérea desempeñó un rol destacado ante los ataques de la aviación enemiga.

Los intentos de los agresores se vieron frenados ante las acciones de fuerzas combinadas del sistema defensivo territorial. Unidades de las Milicias de Tropas Territoriales (MTT) y las Brigadas de Producción y Defensa (BPD) desgastaron y retrasaron el avance mediante emboscadas, el empleo de medios ingenieros, la ocupación de posiciones estratégicas por francotiradores y obstáculos explosivos y no explosivos.

No obstante, parte de los invasores lograron acercarse al perímetro urbano por diferentes vías, y hasta grupos de soldados y medios autotransportados de los enemigos penetraron en zonas residenciales. Allí chocaron con integrantes de pequeñas unidades regulares de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, apoyadas por las MTT y BPD.

Se combate casa a casa. Desde azoteas y balcones de edificios altos, en parapetos, y en cuanto accidente del terreno pudo aprovecharse, nuestras fuerzas propinaron un golpe demoledor hasta el total aniquilamiento a los agresores.

Este episodio táctico de defensa de la capital provincial resultó el colofón de la Maniobra de Agrupación de Tropas que durante varios días puso en plena disposición combativa a reservistas y combatientes de nuestras unidades de las FAR, esta vez en saludo al Aniversario 50 del Ejército Central.

Una vez más quedó demostrada la alta moral de quienes tienen el deber sagrado de defender a la Patria. Asimismo, se puso de relieve la unidad y cohesión de jefes, órganos de dirección y mando en cada etapa y lugar donde se desarrollaron los ejercicios tácticos. El bastión inexpugnable que somos estuvo de manifiesto tanto en el llano como en las montañas, afirmó el teniente coronel Ricardo Murga Pacheco.