Una parte del volumen de cables diplomáticos filtrados por
Wikileaks a periódicos internacionales apunta este lunes a las
actividades de espionaje de Estados Unidos y a la guerra psicológica
contra Irán, desde sus embajadas en Europa.
El diario The Guardian destaca que fragmentos de las
correspondencias dan cuentan de que el Departamento norteamericano
de Estado espió también a la ONU y a su secretario general, Ban Ki-Moon,
con apoyo de diplomáticos británicos, reporta Prensa Latina.
Estas informaciones figuran entre los 250 mil documentos
desclasificados por Wikileaks, supuestamente obtenidos de los
ordenadores del Departamento de Estado y de Defensa de Estados
Unidos.
Incluye básicamente evaluaciones de diplomáticos norteamericanos
sobre temas clave de la política exterior estadounidense como
Afganistán, Irán y Paquistán; además de negociaciones bilaterales,
conversaciones privadas y juicios acerca de líderes mundiales.
No es de extrañar que los diplomáticos estadounidenses son
cómplices al igual que los británicos en el espionaje sobre altos
funcionarios de Naciones Unidas, comenta The Guardian, a partir de
cables originales fechados en Londres.
Uno de los textos alude a modo de ejemplo al ex primer ministro
Tony Blair, interesado en que se use la fuerza para poner fin a las
ambiciones nucleares de Irán.
La mayoría de los despachos transmitidos desde las embajadas de
Londres, París, Viena y Roma trasluce el interés de Estados Unidos
por los planes iraníes en torno a su reactor nuclear, al tiempo que
desnuda el boicot urdido por la Casa Blanca con la Unión Europea
para torpedear a Teherán y a su líder.
Llama la atención un cable referido a la reunión entre el
secretario de Defensa Robert Gates y el canciller italiano, Franco
Frattini, el pasado 8 de febrero en Roma, en la cual éste último
manifestó el pleno apoyo de Italia a los planes de Estados Unidos y
de la OTAN en Afganistán y a las maniobras contra Irán.
Si no se avanza en los próximos meses corremos el riesgo de una
proliferación nuclear en el Oriente Medio, alegó Frattini durante el
encuentro privado.
Gates, de su lado, previno preocupado sobre un mundo diferente en
cuatro o cinco años si Irán desarrollaba armas nucleares.
La base de datos a la que tuvo acceso The Guardian revela
asimismo la actividad de inteligencia desplegada por las embajadas
de Estados Unidos en Bosnia, Bulgaria, Croacia, Macedonia y Turquía
en busca de información sensible para el Pentágono y el Departamento
de Estado.
Armenia, Azerbaiyán y Georgia aparecen reflejadas igualmente en
las filtraciones de Wikileaks, cuya vasta geografía del origen de
las correspondencias confidenciales abarca a Rusia, China y
República Popular Democrática de Corea.
India, Afganistán, Paquistán, países árabes y africanos, unidos a
Honduras, Colombia, Paraguay y Venezuela, en Latinoamérica, fueron
objetivo clave del espionaje por Estados Unidos.
El ex embajador de Reino Unido en Washington Christopher Meyer
calificó de errónea la interpretación de los mensajes como una orden
para espiar, mientras el Gobierno de Londres condenó las más
recientes revelaciones de Wikileaks, al alegar que eran
perjudiciales a la seguridad nacional.