El líder supremo, ayatolah Ali Khamenei, aseguró al primer
ministro del Líbano, Saad Hariri, que Irán favorece la prosperidad y
desarrollo de su país, al cual describió como importante en la
resistencia frente a Israel, reporta Prensa Latina.
Khamenei recibió al jefe del Gobierno libanés en el último día de
visita oficial a la nación islámica, donde también se entrevistó con
el presidente del Parlamento (Majlis), Ali Larijani, y el ministro
de Relaciones Exteriores, Manouchehr Mottaki, entre otras
autoridades.
Durante las pláticas, el máximo guía de la Revolución Islámica
describió al Líbano como un importante país que permaneció en el
frente de combate contra el régimen ocupante sionista, y subrayó la
voluntad de Irán de no escatimar esfuerzos en apoyar su progreso.
Al respecto, mencionó las potencialidades para promover los lazos
bilaterales en distintas áreas y abogó por extenderlas,
especialmente en comercio, construcción y concertación política,
aspecto que destacó el presidente Mahmoud Ahmadinejad cuando recibió
a Hariri.
El líder religioso subrayó el poder disuasivo de la resistencia
chiita de Hizbulah (Partido de Dios) para preservar la integridad
del Líbano, único país destacó- que derrotó al Ejército sionista
(2006), y al que aconsejó mantener ese espíritu mientras exista
Israel.
Además de elogiar las buenas relaciones con el secretario general
de Hizbulah, jeque Hassan Nasrallah, Khamenei insistió en que
Teherán hará lo necesario para preservar la unidad e independencia
del Líbano frente a planes de sembrar discordia entre las distintas
religiones.
Hariri, por su lado, advirtió que cualquier tipo de discordia
entre las distintas facciones étnico-religiosas libanesas sólo
beneficiaría a Israel, y por ello su administración fomenta la
unidad dentro de un ambiente de resistencia contra los agresores.
En reuniones separadas, el titular del Parlamento y el canciller
ratificaron el respaldo de Teherán al movimiento de resistencia
islámica frente a Tel Aviv, a cuyo régimen consideraron una amenaza
para todos los países de la región, especialmente para el Líbano.
A tono con ello, Larijani elogió los compromisos para estrechar
la cooperación en la esfera de la defensa y las industrias
militares, además de la solidaridad.
El Líbano puede jugar un rol líder no sólo a nivel nacional, sino
también regional, encomió por su lado Mottaki, al señalar que los
enemigos son conscientes de la posición especial de ese país como un
serio rival en Medio Oriente en el terreno del desarrollo económico.