NUEVA YORK,
28 de noviembre.— Wikileaks volvió a sacudir a la comunidad
internacional con una nueva y masiva filtración de más de un cuarto
de millón de documentos que revelan graves irregularidades cometidas
por el Departamento de Estado norteamericano, indicó Europa Press.
Los textos denuncian una serie de "directivas humanas de
inteligencia", ordenadas por la secretaria de Estado Hillary Clinton
o por su predecesora, Condoleezza Rice, mediante las cuales se
ordena a los diplomáticos estadounidenses que obtengan información
de "instalaciones militares, vehículos empleados por líderes
políticos, e incluso muestras de ADN y huellas dactilares", cita The
Guardian.
Particularmente, los diplomáticos debían, en virtud de esa orden,
obtener especificaciones técnicas de los sistemas de
telecomunicaciones empleados por los principales responsables de
Naciones Unidas, así como sus redes privadas para el intercambio de
información personal.
El reclamo del Departamento de Estado alcanza todos los aspectos
de la política, la economía y las relaciones sociales de
Latinoamérica.
Algunas comunicaciones hablan sobre "los
esfuerzos por cortejar a países de América Latina para aislar al
(presidente) venezolano Hugo Chávez", sostuvo Telesur.
Del mismo modo se mencionan "las sospechas que la
presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, despierta
en Washington, hasta el punto de que la secretaria de Estado llega a
solicitar información sobre su estado de salud mental".