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noviembre.— Cuba denunció hoy los dobles raseros y la amenaza y el
uso del veto por Estados Unidos en el Consejo de Seguridad como
factores que impiden avanzar hacia una solución de la cuestión
palestina.
También advirtió que la impunidad con la que actúa Israel al
respecto sólo es posible por la protección que recibe del gobierno
norteamericano y sus entregas de recursos financieros y armamentos
para sustentar su política agresiva.
La postura de la isla caribeña fue expuesta por el representante
permanente de Cuba ante la ONU, Pedro Núñez Mosquera, al hablar ante
el plenario de la Asamblea General en una sesión dedicada a analizar
la cuestión palestina.
El Consejo de Seguridad continúa sin poder abordar con seriedad
la cuestión palestina debido a la aplicación de dobles raseros y el
ejercicio o amenaza de veto por parte de uno de sus miembros
permanentes (Estados Unidos), subrayó.
El diplomático cubano reafirmó el compromiso de su país con los
esfuerzos que conduzcan a un arreglo de ese problema en todos sus
aspectos, incluida una solución justa de la difícil situación de los
refugiados palestinos.
Asimismo, repudió la continuada e ilegal ocupación de territorios
por Israel como el principal obstáculo para lograr una paz justa,
duradera y amplia en toda la región.
Cuba condena la política agresiva de Tel Aviv que ignora los
reiterados llamados de la comunidad internacional y las resoluciones
de diferentes órganos de la ONU, subrayó, y demandó el inmediato
levantamiento del bloqueo israelí contra Gaza.
Más adelante, Núñez Mosquera rechazó la continuación de la
edificación de asentamientos israelíes en los territorios ocupados.
Sostuvo que esas acciones están dirigidas a modificar la
composición demográfica y el carácter y naturaleza de las tierras
palestinas, anexándolas de facto.
La ampliación de esas colonias pone en peligro el proceso de paz
e impide en términos prácticos la existencia de un Estado Palestino
en las fronteras de 1967 y la posibilidad de solucionar de forma
justa el conflicto israelo-palestino, apuntó.
No podemos descansar hasta que el pueblo palestino ejerza sus
derechos inalienables, incluido los de libre determinación y
soberanía en un Estado independiente, sobre la base las fronteras de
1967, con Jerusalén oriental como capital, concluyó.