El presidente Evo Morales declaró que los estadounidenses de
visita o en funciones de trabajo en Bolivia deben someterse a las
leyes locales, como ocurre con los bolivianos en Estados Unidos,
reporta Prensa Latina.
En conferencia de prensa, el mandatario precisó que el tema está
en discusión en medio de las negociaciones de un acuerdo marco entre
ambos gobiernos para solucionar el diferendo que derivó en la
expulsión mutua de embajadores al finalizar 2008.
Cinco años antes, Washington procuró dotar a sus uniformados en
comisión de una suerte de inmunidad y sujeción, más bien, a la Corte
Penal Internacional, en caso de incurrir en ilícitos en Bolivia,
extremo que fue rechazado por el gobierno boliviano.
Morales ratificó la intención de su administración de mantener
relaciones con todos los países del mundo, excepto con "uno que
desata guerras" en el Oriente Medio, Israel, con el que rompió
relaciones en 2009.
También reiteró la disposición de solucionar el problema
bilateral con Estados Unidos, pero sobre la base del respeto mutuo,
en alusión a cuestionamientos del secretario estadounidense de
Defensa, Robert Gates, sobre las relaciones de Bolivia con Irán.
Durante una breve estancia en el país, con motivo de la Novena
Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, el funcionario
puso en entredicho lo que calificó como una riesgosa relación con
Teherán.
A su vez, la misión diplomática norteamericana en La Paz emitió
un documento criticando el supuesto desaprovechamiento de la
estancia de Gate en el territorio para avanzar en temas claves entre
ambos gobiernos.
Autoridades bolivianas consideraron una injerencia en los asuntos
nacionales la actitud de los enviados de Washington y opinaron que
hechos como esos debieran quedar en el pasado.
Nunca más en Bolivia ocurrirá lo que en el pasado: la injerencia,
la arbitrariedad, el abuso de Estados Unidos, expresó el portavoz de
la Presidencia, Iván Canelas.