MÉXICO, 24 de noviembre.— El Gabinete de Seguridad del Gobierno
mexicano informó hoy que se emprenderá de inmediato el operativo de
reforzamiento de seguridad en el noreste del país contra los
carteles del narcotráfico y la delincuencia organizada.
Ese órgano del ejecutivo, que encabeza el secretario de
Gobernación, Francisco Blake, compareció en pleno ante la prensa
para anunciar las nuevas medidas a fin de cercar el crimen Nuevo
León y Tamaulipas, en la región norte-noreste del territorio
nacional, la zona del país con más alto índice de delitos
actualmente, dijo PL..
En la presentación del nuevo plan, el vocero del Gabinete de
Seguridad, Alejandro Poiré, dijo que se aumentará significativamente
el despliegue con fuerzas disponible de la Secretaría de la Defensa
Nacional, la Armada y la Policía Federal.
El aumento del combate al crimen organizado en esa zona
fronteriza con Estados Unidos y el Golfo de México tiene como
objetivo continuar con el debilitamiento de las agrupaciones
delictiva, impedir su reagrupamiento y garantizar la tranquilidad
ciudadana, dijo el funcionario federal.
Por su parte, el secretario Blake añadió que la decisión se
adoptó a partir de la solicitud de los gobernadores de esos estados,
que fue valorada por el gobierno federal y su órgano de seguridad
nacional.
Apuntó que el gobierno reforzará con miles de efectivos las
operaciones aquella región, con el fin de alcanzar la tranquilidad
ciudadana, a la vez que responsabilizó al crimen organizado con las
muertes de inocentes y de uniformados que le enfrentan.
En la comparecencia ante los reporteros en la sede de la
Secretaría de Gobernación estuvieron además los secretarios
(ministros) de Defensa, Marina, el procurador General de Justicia y
los gobernadores de Nuevo León, Rodrigo Medina, y de Tamaulipas,
Eugenio Hernández.
El gobernante tamaulipeco aseguró que con este operativo se
quiere sellar la frontera con Estados Unidos, en lo que se refiere a
parar el contrabando de armas hacia México por aquella zona
limítrofe.
Hernández expresó que estas nuevas acciones de seguridad
permitirán un mayor orden en la zona fronteriza, donde las
autoridades norteamericanas deportan continuamente, a veces sin
previo aviso y sin identificar, a miles de indocumentados mexicanos.
Añadió que este año la cifra de repatriados forzados, que llegan
desesperanzados al país desde el otro lado del Río Bravo, podría
alcanzar los 700 mil indocumentados.