El Premio Memoria Viva, en su versión 2010, fue entregado hoy por
el Instituto de Investigación Juan Marinello a varios exponentes de
lo más autóctono de la cultura cubana.
Al galardón se aspira en las categorías de Preservación de
Tradiciones, Personalidades, y Rescate y Revitalización, a partir de
valores vinculados con las manifestaciones o géneros de la cultura
popular tradicional, de carácter espiritual o material.
Fueron presentadas 30 nominaciones de nueve provincias, y se
llevaron las palmas la conga Alto Pino, de Santiago de Cuba; el
grupo La voz del Cañaveral, de Matanzas, y Eva Lubén Ilión, de
Camagüey, por preservar la cultura tradicional haitiana en la Isla,
dijo la AIN.
También recibieron lauros Beneranda Betancourt Toledo, directora
de la comparsa el Alacrán, de Ciudad de La Habana; Ángel Candelario,
de Pinar del Río, por su labor de promoción y preservación de la
música campesina.
Un reconocimiento mereció Enrique Bonne, de Santiago de Cuba, por
su larga trayectoria vinculada a la música tradicional popular.
Fernando Rojas, viceministro de Cultura, destacó la importancia
del Premio, por constituir un estímulo a la creación popular,
diversidad de experiencias y el trabajo en los diferentes
territorios.
La entrega prestigia no solo al Premio, sino también al trabajo
del Instituto Juan Marinello y la labor del jurado, precisó.
El "Memoria Viva" constituye una de las acciones de la política
cubana en defensa de la diversidad cultural, fue instituido en 1994
para reconocer la labor de preservación, rescate, revitalización,
proyección artística y los aportes vinculados con las
manifestaciones de la cultura popular tradicional del país.