Producida por el Instituto Cubano de Radio y Televisión, la película aborda, desde los conflictos existenciales de sus personajes, el drama del enfrentamiento a la muerte cuando el mar inunda la isla en que viven.

Encerrados en una torre para sobrevivir a la tragedia, los siete protagonistas de la historia son presas de sus propios conflictos de desamor, ausencia de fe, dolor por la pérdida de seres queridos y la soledad.

Piard, quien estuvo a cargo del guión junto a Mariela López, ubicó esta pieza, de 63 minutos de duración, en el género catastrofista, dijo la AIN.

El filme surge a partir del fracaso de la conferencia de Copenhague y del incumplimiento del tratado de Kioto, declaró el también autor de El viajero inmóvil, en rueda de prensa celebrada este martes en el Centro Cultural Cinematográfico Fresa y Chocolate.

Explicó que la película causó interés durante su exhibición en Estados Unidos, por reflejar el tema de las catástrofes, de forma distinta a cómo lo hacen las producciones de Hollywood.

De acuerdo con el director, a ese público le llamó la atención que la cinta estuviera enfocada en aspectos humanos, a diferencia del cine espectacular que se hace en el país norteño.

La obra contó con las interpretaciones de Frank Egusquiza, Yarlo Ruíz, Carlos Solar, Orián Suárez y los actores experimentados Dania Splinter, Mayda Mazorra y Roberto Gacio.

El trabajo con los actores fue muy difícil, exigió de ellos un esfuerzo increíble para llegar a los límites que les puse desde el punto de vista emocional, opinó Piard.