BOCA DE SAMÁ, Banes.— El dolor por los crímenes y la impunidad de
sus autores afloró con fuerza durante una audiencia pública contra
el terrorismo desarrollada aquí, la cual sirvió de colofón al VI
Coloquio Internacional por la liberación de los Cinco y contra el
Terrorismo.
En la reunión, más de 50 amigos de diferentes países reiteraron
total apoyo a la causa de los luchadores cubanos presos injustamente
en cárceles estadounidenses, y relataron ejemplos de crueldades
ocurridas en sus naciones, resultado del terrorismo de Estado.
El peruano Gustavo Espinosa denunció que permanece impune la
matanza perpetrada en agosto de 1985 en las aldeas de Accomarca y
Llocllapampa por efectivos del ejército de su país. "Lo peor de todo
es que el responsable directo de ese acto genocida vive hoy en
Miami, lo que confirma que es un sitio que acoge a terroristas",
dijo.
Andrés Gómez, presidente de la Brigada Antonio Maceo e integrante
de la Alianza Martiana en Miami, significó que los
contrarrevolucionarios radicados allí realizaron y planean acciones
terroristas con el fin de eliminar a los que desean el
restablecimiento de la normalidad en las relaciones entre Cuba y
Estados Unidos.
Quienes cometen esos actos terroristas, aseveró, son cobardes con
mentes enfermizas, que optan por atacar a civiles indefensos como
los pescadores de Boca de Samá, en octubre de 1971.
Los más de 300 delegados al VI Coloquio Internacional por la
liberación de los Cinco y contra el Terrorismo aprobaron el sábado
la declaración final del evento, cuyo texto convoca al movimiento de
solidaridad a continuar solicitando al presidente Barak Obama que
haga uso de sus facultades y excarcele a los luchadores
antiterroristas cubanos.