Policías colombianos especializados en la represión con equipos y
armas sofisticadas operan en Honduras desde el golpe militar del 28
de junio de 2009 que derrocó al gobierno del presidente Manuel
Zelaya.
El director ejecutivo del Centro de Prevención Tratamiento y
Rehabilitación de las Victimas de la Tortura y sus Familiares (CPTRT),
Juan Almendares Bonilla, denunció que esa maquinaria siniestra opera
con toda impunidad en el país.
La denuncia de Almendares Bonilla está recogida en el sitio web
del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).
El ejecutivo del CPTRT detalla que ese dispositivo está dotado de
equipos electrónicos sofisticados, armas, y cuerpos especializados
que trabajan con el Grupo de Acción Unificada por la Libertad
Personal (Gaula) de la policía colombiana.
Almendares condena la persecución a la abogada Nelly Carina
Moreno Parada, amenazada por defender los derechos humanos y
prevenir la violencia y la tortura. Ella, dijo, forma parte del
personal de la organización que él dirige.
Denunció que el CPTRT ha sido víctima constante de amenazas de
muerte, atentados al personal, destrucciones de oficinas, robo de
archivos, interferencias electrónicas y de hostigamiento telefónico.
Señaló que a raíz de las masacres de campesinos y de las
violaciones a los derechos humanos de los movimientos rurales del
Valle de Aguán y las comunidades de Guadalupe, Carney, garífunas y
lencas, se han intensificado las amenazas a los defensores de los
derechos humanos.