Israel continuó dividido ante una oferta estadounidense de
congelamiento temporal de las construcciones en Cisjordania, con
sectores extremistas que fueron más a la derecha del Gobierno y
exigieron extender la colonización en tierras palestinas, reporta
Prensa Latina.
Presionado por protestas de rabinos y jóvenes radicales, el
gabinete del primer ministro Benjamín Netanyahu mostró cautela sobre
la propuesta de detener durante 90 días las obras constructivas en
la Ribera Occidental, a cambio de asistencia militar y otros
incentivos.
Netanyahu, quien aseguró aguarda por garantías escritas de
Estados Unidos para tomar una decisión definitiva, manifestó a sus
ministros que Israel debe actuar en función de sus intereses y
subrayó que la decisión de edificar viviendas en Jerusalén no ha
cambiado.
También comentó a sus correligionarios en el partido Likud que
ninguna votación sobre el controversial tema de los asentamientos se
hará mientras no se tengan precisiones por escrito de Washington, a
la vez que expresó confianza en que varios ministros lo apoyarán.
El Ejecutivo sintió este lunes mucha más presión, luego que la
Corte Suprema autorizó a colonos radicales a protestar fuera de las
casas de los ministros, rechazando así el veto de la policía a una
manifestación frente a la vivienda del titular del Interior.
Según el referido tribunal, los israelíes de credo radical tienen
derecho a mostrar su desacuerdo con la eventual renovación del
congelamiento en las colonias de Cisjordania frente a las casas de
Eli Yishai y Ariel Atias, ministros que militan en el partido Shass.
Por su lado, Tzipi Livni, líder del partido opositor Kadima, dijo
que Netanyahu es demasiado débil como para renunciar a territorio a
cambio de la paz con los árabes, en alusión a los asentamientos y a
un referendo para eventuales retiradas de territorios ocupados.
El gabinete israelí de seguridad discutió el domingo la
iniciativa estadounidense que incluye la venta de 20 aviones de
combate F-35 a Israel, adicional a un acuerdo firmado en octubre
para adquirir otro lote de aparatos militares, así como otros
compromisos.
La Casa Blanca garantizó al Gobierno sionista que vetará
cualquier intento palestino de que la ONU reconozca una eventual
declaración unilateral del Estado independiente, y que no volverá a
solicitarle una moratoria en el tema de la colonización en
Cisjordania.