Rusia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)
descartan ser enemigos uno de otro en una declaración aprobada este
sábado, tras concluir en Lisboa la cumbre del Consejo de ambas
partes, señala la prensa loca, reporta Prensa Latina.
El documento también constata la intención de Moscú y Bruselas de
analizar la cooperación en materia de defensa antimisil, incluida la
determinación conjunta de las amenazas.
El Consejo Rusia-OTAN trabajará en las condiciones iniciales para
la cooperación en la esfera antimisil, con el fin de llevar las
respectivas propuestas a la reunión de ministros de Defensa de ese
órgano bilateral, a celebrarse en junio del año próximo.
Asimismo, Rusia confirma su interés en reanudar el apoyo a la
operación Esfuerzo Activo en el Mar Mediterráneo contra el
terrorismo, en donar tecnología para detectar explosivos y en
cooperar para contrarrestar la amenaza terrorista en naves aéreas.
El consejo Rusia-OTAN se pronuncia por una rápida ratificación y
puesta en vigor del Tratado de Reducción y Limitación de Armas
Estratégicas (START-3), como condición para un mundo sin armamento
nuclear, y contra la proliferación de armas de destrucción masiva.
De igual forma, la declaración se pronuncia por restablecer y
modernizar los principales mecanismos del régimen de control de
armas convencionales en Europa.
Rusia inicia una nueva etapa de cooperación con la alianza
atlántica que permitirá una verdadera asociación estratégica, afirma
el referido documento aprobado por el mencionado órgano.
Los 29 países del Consejo Rusia-OTAN deben actuar con iguales
derechos para aprovechar las potencialidades de esa entidad y
desarrollar un diálogo político y la cooperación práctica sobre la
base de intereses comunes, señala la declaración conjunta.
Para el año próximo, cuando la cumbre de la OTAN sea en Estados
Unidos, se creará un fondo del citado Consejo para brindar servicio
técnico a los helicópteros del Ejército afgano, en su gran mayoría
de la época soviética o rusos.