La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez,
solicitó a su par estadounidense, Hillary Clinton, una mayor
implicación de su país en el diferendo del Sahara Occidental,
territorio bajo ocupación marroquí, reporta Prensa Latina.
Jiménez trasladó a ese pedido a la secretaria norteamericana de
Estado en una reunión de poco más de media hora que ambas
mantuvieron en la capital portuguesa, sede de una Cumbre de la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Aunque no estaba incluido de manera formal en la agenda del
encuentro, el tema fue traído a colación a raíz del brutal desalojo
perpetrado por las tropas de Rabat de un campamento saharaui en las
afueras de El Aaiún, capital del Sahara, el pasado día 8.
En rueda de prensa, la titular de Exteriores reveló que en ese
encuentro propuso a su homóloga norteña que el llamado Grupo de
Amigos del Sahara, integrado por Estados Unidos, España, Rusia,
Francia y Reino Unido, se implique políticamente más en el
conflicto.
Según la jefa de la diplomacia española, es importante que las
partes involucradas en el litigio, Marruecos y el Frente Polisario,
se sientan acompañadas en el proceso de diálogo, reanudado hace unos
días en Nueva York a instancias de Naciones Unidas.
Clinton reconoció la importancia de que no se interrumpan esas
conversaciones y valoró la iniciativa, pero no adelantó una
respuesta, de acuerdo con Jiménez.
Las citas del Grupo de Amigos se realizan normalmente a nivel
técnico.
Precisamente, la idea planteada por la titular de Exteriores está
dirigida a elevar el nivel de esos cónclaves, aunque no aclaró si su
propuesta concreta es la convocatoria de una reunión de ministros de
los cinco países
Jiménez se pronunció, además, porque se capacite a la Misión de
la ONU para el Sahara Occidental (Minurso) para que vele por la
protección de los derechos humanos en esa antigua colonia española,
anexada por el reino alawita en 1975.
Recordó que las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU
aluden a la dimensión humana del diferendo, por lo que atribuir a
los miembros de la Minurso la protección de los derechos humanos
podría ser una vía para frenar eventuales violaciones de esas
libertades.
Entendidos en la materia subrayaron que la iniciativa de la
ministra tropieza con la negativa del régimen del rey Mohamed VI y
está en sintonía con la demanda planteada por organizaciones
defensoras de los derechos humanos.
En concreto, Amnistía Internacional y Human Rights Watch
insistieron en la necesidad de dotar a la Minurso de esas
prerrogativas, de las cuales gozan la mayor parte de las misiones de
la ONU en otras regiones del mundo.
Esas carencias de la Minurso dificultan la realización de una
investigación independiente sobre lo ocurrido en el campamento de
Gdaim Izik, condición requerida por el Gobierno español para hacer
un análisis final de los sucesos.
Todos los partidos políticos del país ibérico criticaron la
postura de la administración de José Luis Rodríguez Zapatero, que
hasta el momento evitó condenar la más reciente ola represiva
marroquí en el Sahara.
En esa línea exigieron al poder central que no anteponga los
intereses económicos con Rabat a la defensa de los derechos humanos
y de la dignidad del pueblo saharaui.