En la mañana de ayer, el miembro del Buró Político, general de
cuerpo de ejército Ramón Espinosa Martín, viceministro de las FAR y
Héroe de la República de Cuba, sostuvo un encuentro con el Consejo
de Defensa Provincial de Guantánamo en el que fue informado de las
medidas adoptadas por el territorio para mitigar los posibles
perjuicios del meteoro.
Espinosa Martín alertó que las lluvias que ya tienen lugar en
zonas montañosas de la región pueden sacar de su cauce al río Guaso,
cuyas avenidas en 1993 y 1994 causaron cuantiosas pérdidas en esta
ciudad.
Se interesó por el nivel de llenado de las principales presas y
la protección de los recursos, y de las personas que viven aguas
abajo de esas obras hidráulicas, las cuales debido a las lluvias de
octubre y al elevado escurrimiento almacenan grandes volúmenes de
agua.
Al respecto, Alfredo Correa, delegado del Instituto Nacional de
Recursos Hidráulicos, informó sobre el vertimiento de La Yaya,
principal embalse guantanamero, que almacena más de 160 millones de
metros cúbicos de agua, y que está a punto de rebasar su capacidad.
En total las presas guantanameras acumulan el 94,7% de la
capacidad total, volumen susceptible de crecer con las anunciadas
lluvias.
El General de División Onelio Aguilera Bermúdez, jefe del
Ejército Oriental, explicó que como parte de la cooperación para
contrarrestar los efectos del huracán que ha provocado la alarma
ciclónica en esta parte del país, ese cuerpo armado ha aportado una
brigada de reparación de caminos, entre otros recursos.
Ese colectivo y los equipos de que disponen pueden utilizarse en
el despeje de las vías, y también en deslizamientos de tierra,
fenómeno que en las montañas orientales se asocia a intensas lluvias
y a causas de origen geológico.
Entre los daños preliminares reportados por el municipio de
Baracoa, se encuentran ocho derrumbes en el viaducto La Farola, uno
de los cuales, con escenario en la comunidad de Palma Clara, impidió
por más de cinco horas el tránsito vehicular.
Desde Holguín reportan que han sido llevados a sitios seguros
alimentos y medios en general, actividad que se hizo particularmente
intensa en almacenes de la industria del níquel, en Moa. También
fueron acondicionados unos 70 albergues y más de 50 centros de
elaboración de alimentos.
Además, están preparadas 38 brigadas médicas clínico-quirúrgicas
para actuar en lugares de difícil acceso, si lo exigen
circunstancias derivadas del paso del huracán Tomás.