Integradas por diferentes empresas, las Industrias Locales se
caracterizan por reutilizar materias primas como el plástico, la
madera y el cuero desechadas por la industria nacional para la
elaboración de artesanías y útiles para el hogar. Sin embargo, no es
secreto que muchos de los artesanos que alguna vez pertenecieron a
estas entidades pasaron a trabajar a otras esferas de la producción.
Armando Pérez Casasús, especialista comercial de la Dirección
Nacional de Industrias Locales, comenta que hace algunos años los
artesanos optaron por vincularse a estas industrias, las cuales les
proporcionaban materia prima para sus producciones. Pero de la venta
de los artículos solo se le pagaba al artesano según el precio
determinado por el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) sin tener
en cuenta el know-how, medida que trajo consigo la retirada
de muchos trabajadores hacia otros terrenos como el cuentapropismo y
el Fondo Nacional de Bienes Culturales y, además, la considerable
disminución de la actividad artesanal en muchos de los territorios
nacionales.
La realidad es bien distinta hoy, a partir de la puesta en marcha
en junio del presente año de la Resolución 45 del MFP y del
Ministerio de Economía y Planificación. Explica Casasús que, como
antes, las industrias continúan proporcionando a los artesanos
materias primas e insumos, con la diferencia de que la compra y
venta de sus artículos se realizan a precios pactados entre estos y
las empresas de las industrias locales. De igual forma, estas pueden
interesarse en determinado tipo de producción y encargarla al
artesano y viceversa.
—¿Qué beneficios aporta la medida al país?
Lo más importante es que con ello se ha logrado un resurgimiento
en las ventas artesanales, beneficio para la industria local y, por
lo tanto, para la economía cubana, pues muchos de los productos se
comercializan tanto en la red de tiendas nacionales como en el
turismo. También la población agradece este retorno.
No obstante, Raúl Díaz Llarrux, director nacional de Industrias
Locales, opina que aún es muy pronto para hablar de resultados,
sobre todo cuando quedan asuntos fundamentales por resolver para los
cuales se trabaja ininterrumpidamente.