Siete de los 18 cadáveres encontrados en una fosa común
descubierta en Tuncingo, en las cercanías de Acapulco, pertenecen a
igual grupo de michoacanos desparecidos en aquel balneario del
Pacífico el 30 de septiembre pasado, reportó Prensa Latina.
La información la proporcionó David Augusto Sotelo, procurador de
Justicia del estado de Guerrero, quien afirmó que los cuerpos fueron
identificados con precisión por familiares de las victimas, quienes
se trasladaron a Acapulco desde la vecina demarcación de Michoacán.
Añadió que también se practicaron pruebas genéticas de
reconocimiento, mediante rasgos físicos y cicatrices, en lo que
cooperaron los familiares presentes desde ayer en el servicio médico
forense de Acapulco, además de que se tuvieron en cuenta otras
pistas aportadas por las indagatorias.
Sotelo Rosas agregó que este sábado continuarán los comparativos
genéticos y posteriormente darán a conocer nuevas informaciones, en
tanto se mantiene en reserva la identidad de los siete cadáveres que
ya fue corroborada.
Por su parte, el fiscal especial de Guerrero, Fernando Monreal,
informó que 16 de los cuerpos sin vida encontrados murieron por
golpes craneoencefálicos y dos por impactos de arma de fuego.
Dispositivos policiales y agentes del Ministerio Público
mantienen el rastreo en zonas cercanas al sembradío de la localidad
de Tuncingo, donde se localizó la fosa común, con el fin de
encontrar pistas sobre los responsables de la masacre, indican
reportes de prensa desde Acapulco.