Campesinos cubanos expusieron resultados y destacaron, cerca de
la ciudad de Bayamo, los beneficios del uso de técnicas de
mejoramiento genético para elevar la producción de alimentos.
Reunidos en la finca de referencia nacional "El Ingenito",
ubicada en el barrio de El Horno, productores y especialistas de las
provincias de Guantánamo y Granma debatieron sobre el tema, como
parte de un taller de intercambio de experiencias que comenzó este
martes y concluirá mañana.
Emilio Rodríguez, del territorio sede, dijo a la AIN que a pesar
de ser costosas, esas prácticas incrementan los rendimientos, y
favorecen el aumento y conservación en el país de razas puras de
diferentes animales.
La existencia de reservas, subrayó, evita la extinción y
garantiza el surtido de ejemplares hacia cualquier lugar de la Isla
donde determinada especie esté en decadencia o haya sido afectada
por una enfermedad.
Señaló que se insertó en el manejo genético desde 1996, y la
decisión le permitió adquirir y desarrollar rebaños más resistentes,
con superiores capacidades para la obtención de leche, carne y otros
alimentos.
Jorge Milán, propietario de "El Ingenito", resaltó la dinámica,
resultados y unidad del grupo \"Amigos de la genética", creado hace
más de dos años en Granma y compuesto por 11 agricultores.
Explicó que intercambian sementales y pies de cría, se ayudan
mutuamente, y también apoyan a otros criadores no afiliados a la
sociedad.
Ramón Ortega, de Guantánamo, refirió otras bondades como la
prevención de enfermedades y la reducción de gastos y pérdidas, a
partir del trabajo con razas finas o genéticamente fortalecidas.
El taller forma parte de las acciones de un convenio de soberanía
alimentaria y desarrollo local promovido por organizaciones cubanas
y españolas.
La cita incluye debates sobre diversidad agrícola y manejo de
fincas integrales, y un recorrido por el Centro de Estudios Solares
ubicado en el municipio serrano de Bartolomé Masó.