Señor Presidente:
Agradezco mucho sus palabras a los trece oradores y a las
delegaciones presentes en esta imprevista sesión vespertina.
Sobre lo dicho por Estados Unidos y la Unión Europea:
Esta es la décimo novena ocasión en que la delegación de Estados
Unidos nos repite lo mismo.
El bloqueo es un acto de guerra económica y un acto de genocidio.
¿Será que el Departamento de Estado no ha hecho la tarea, no ha
estudiado el asunto?
El año pasado leí aquí los artículos de las Convenciones
correspondientes. Leo otra vez:
"Artículo II: (¼ ) Se entiende por
genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación:
"Inciso b) Lesión grave a la integridad física o mental de los
miembros del grupo;
"Inciso c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de
existencia que hayan de acarrear su destrucción física total o
parcial."
Ya leí hoy aquí el famoso Memorandum del señor Mallory.
No son "argumentos ideológicos" del pasado. El bloqueo es un
viejo témpano que queda de la Guerra Fría. El asunto no es la
retórica, sino el acto de agresión a Cuba.
El propósito de Estados Unidos no es ayudar ni apoyar al pueblo
cubano. Se sabe que el bloqueo provoca privaciones y sufrimientos.
No provoca muertes porque la Revolución cubana lo impide. ¿Cómo
podría explicarse que se castigue a los niños cubanos como se ha
descrito aquí? Si se quisiera ayudar o apoyar al pueblo cubano, lo
único que habría que hacer es levantar el bloqueo de inmediato.
¿Por qué impiden a los norteamericanos visitar Cuba y recibir
información de primera mano? ¿Por qué restringen los llamados
contactos "pueblo a pueblo"?
Los pretextos para el bloqueo han ido cambiando. Primero la
supuesta pertenencia al eje chino-soviético, después la llamada
exportación de la Revolución a América Latina, luego la presencia de
tropas cubanas en África para ayudar a derrotar al apartheid, a
preservar la independencia de Angola y lograr la de Namibia.
Después, la manipulación sobre los derechos humanos. Pero el
bloqueo es una violación brutal de los derechos humanos de los
cubanos.
Estamos dispuestos a discutir sobre violaciones de derechos
humanos. Podemos empezar por el campo de concentración de
Guantánamo, donde se tortura y no existe el hábeas corpus. Es
el reino de las "Comisiones Militares", fuera del Estado de derecho.
¿Podría la delegación norteamericana explicar qué pasó en los campos
de Abu Ghraib, Bagram y Nama?
¿Se instruyó de cargos a los responsables? ¿Se instruyó de cargos
a quienes autorizaron en los gobiernos europeos las cárceles
secretas en Europa y los vuelos secretos de la CIA con personas
secuestradas? ¿Podría aclararlo el representante de la Unión
Europea?
Podemos hablar de Wikileaks. ¿por qué no nos cuentan algo
sobre las atrocidades que recogen los 75 mil documentos sobre
crímenes en Afganistán y los 400 mil sobre Iraq?
¿Qué pueden decirnos sobre las ejecuciones extrajudiciales que
proclamó Bush en su famoso discurso del "Estado de la Unión" del
2003 bajo el aplauso del Congreso? ¿Qué ha hecho el actual gobierno
con los responsables? ¿Acaso el Comando Conjunto de Operaciones
Especiales fue disuelto? ¿Las órdenes y autorizaciones ejecutivas
fueron revocadas o están en vigor? ¿Es verdad que el Jefe de ese
Comando, el General McChrystal, reportaba directamente al
vicepresidente Cheney? Podemos discutir también sobre la violencia
brutal y con alta tecnología que llaman "contrainsurgencia".
Los cambios en Cuba son asunto de los cubanos. Cambiaremos todo
lo que deba ser cambiado, para bien de los cubanos, pero no le
pediremos opinión al gobierno de Estados Unidos. Escogimos
libremente nuestro destino. Para eso hicimos una Revolución. Serán
cambios soberanos, no "gestos". Sabemos que para Estados Unidos lo
único suficiente sería instaurar en Cuba un gobierno pro-yanqui.
Pero eso no va a ocurrir.
¿Quieren avanzar en telecomunicaciones? Levanten las medidas de
bloqueo que hacen imposibles los negocios en ese campo y cesen el
robo de fondos cubanos. Eliminen las medidas de bloqueo que
restringen severamente el acceso a internet de los cubanos.
¿Quieren cooperación entre nuestras universidades? Eliminen las
restricciones a los intercambios académicos, estudiantiles,
científicos y culturales y permitan establecer acuerdos entre esas
instituciones.
¿Quieren cooperación contra el narcotráfico, el terrorismo, el
tráfico de personas, los desastres naturales, el correo postal?
Respondan, al menos, las propuestas que hemos presentado hace más de
un año, sin condición alguna.
El gobierno de Estados Unidos ha cambiado, pero el financiamiento
a la subversión interna en Cuba se mantiene igual.
Un alto funcionario de la USAID confirmó ayer al periodista
Tracey Eaton que, en el último período, han hecho llegar 15,6
millones de dólares a (cito) "individuos en el terreno en Cuba". Así
llaman a sus mercenarios.
Las transmisiones ilegales de radio y televisión siguen.
Los Cinco antiterroristas cubanos siguen en injusta prisión.
Recientemente se ha sometido, sin motivo, a Gerardo Hernández
Nordelo a confinamiento solitario y se le ha denegado atención
médica.
Terroristas internacionales confesos como Orlando Bosh y Posada
Carriles se pasean libremente en Miami e incluso hacen allí
actividad política.
Hay conversaciones migratorias, pero la manipulación política de
la migración continúa con la Ley de Ajuste Cubano y la política de
"Pies secos-Pies mojados".
Otra vez: es totalmente falso que Estados Unidos y Cuba seamos
"socios económicos". Las ventas agrícolas violan todas las normas y
prácticas del comercio internacional y libertad de navegación. Se
miente en esta sala sobre supuestas donaciones de ONGs a Cuba por
valor de 237 millones de dólares.
El bloqueo es abusivamente extraterritorial y afecta a todos los
aquí presentes. No es un hecho bilateral.
Señor Presidente:
A lo ya dicho sobre la Unión Europea tengo poco que añadir.
No le reconocemos autoridad moral ni política alguna para
criticar en materia de derechos humanos.
Haría mejor en ocuparse de su brutal política anti-inmigrantes,
de la deportación de minorías, de la violenta represión contra los
manifestantes y de la creciente exclusión social de sus desempleados
y sectores de menos ingresos.
El Parlamento Europeo, con toda desvergüenza y de manera infame,
se dedica a premiar a los agentes pagados del gobierno de Estados
Unidos en Cuba.
Ahora se dice que la llamada Posición Común quedó superada. Ya
veremos. Los hechos dirán. Pero, la Unión Europea sueña si cree que
podrá normalizar las relaciones con Cuba, existiendo la llamada
Posición Común.
Muchas gracias